Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

‘Arrepentido’ de Noos inculpa a Urdangarin

La infanta Cristina de España y su marido Iñaki Urdangarin, juzgados en una macrocausa por presunta malversación, escucharon ayer impertérritos cómo el primer interrogado rememoraba los “acuerdos” millonarios cerrados entre amigos tras un partido de pádel en un palacio real. Cristina de Borbón, de 50 años, segunda hermana de Felipe VI, y Urdangarin, de 48, habían llegado con semblante serio por la mañana al tribunal de Palma de Mallorca, en las mediterráneas islas Baleares. Durante tres semanas, deberán sentarse en el banquillo de martes a viernes para sus propias declaraciones y las de los otros 15 acusados en el primer juicio a miembros de la familia del rey de España. Empresas pantalla, falsas facturas, contratos inflados, empleos ficticios son, según la acusación, los ingredientes de un escándalo que hundió la imagen de la Corona. Al mando de una entidad sin ánimo de lucro, el Instituto Nóos, Urdangarin, exmedallista olímpico de balonmano, y su socio Diego Torres están acusados de malversar cerca de € 6 millones pagados entre 2004 y 2007 por los gobiernos regionales de Baleares y Valencia. El primer acusado en declarar fue un antiguo amigo de Urdangarin, Cristina y Felipe: José Luis ‘Pepote’ Ballester, campeón olímpico de regatas en Atlanta-1996 y director general de deportes del gobierno balear de 2003 a 2007. El “arrepentido”, comenzó explicando por qué desde 2010 decidió colaborar con la justicia a cambio de una reducción de pena. Quería dar a “conocer su verdad”, dijo, mientras “otros seguían con sus mentiras”. Conoció a Urdangarin en sus años de juventud y gloria, cuando ambos ganaban medallas olímpicas. Después, cuando Ballester trabajaba para el gobierno regional y el yerno de Juan Carlos I presidía Nóos, negociaron sus primeros contratos junto al entonces presidente de Baleares, Jaume Matas. Ayer, Ballester detalló cómo Matas, exministro de José María Aznar y ya condenado en otro caso de corrupción, decidió atribuir contratos públicos sin licitación a Nóos para complacer a Urdangarin. “¿Dónde se reunían?”, le preguntó el fiscal. “En el palacio de Marivent”, residencia de verano de la familia real en Palma, djio. “¿Jugaron al pádel y después hablaron?”, inquirió el fiscal. “Efectivamente”. Urdangarin obtuvo contratos de oro para Nóos, como la organización de un congreso de dos días sobre turismo y deporte por € 1,2 millones. “Un precio desproporcionado” basado en un “presupuesto ficticio”, según la fiscalía. Matas escuchaba circunspecto. Según ‘Pepote’, el entonces presidente balear tomó él solo la decisión de atribuir los contratos, “sin discutir los precios fijados por Urdangarin”, que después fueron validados en falsas reuniones de una supuesta fundación. Según la acusación, el dinero recibido por Nóos acababa en las empresas controladas por Torres y Urdangarin. Una de estas, Aizoon, propiedad al 50 % de la infanta, habría financiado gastos personales de Cristina y su esposo, como lujosos viajes, todo un escándalo en una España asfixiada por años de crisis. Ofensiva Defensa con seis letrados Seis abogados se turnarán en la defensa de la infanta Cristina a lo largo del juicio del caso Nóos, según comunicó por escrito el despacho de Miquel Roca al tribunal juzgador. Para el esposo de la infanta, Iñaki Urdangarin, y el socio de este, el fiscal pide 19,5 años y 16,5 años de cárcel, respectivamente. Doce testigos deben declarar antes que ellos. Cristina será interrogada en último lugar, previsiblemente el 26 de febrero. La infanta, juzgada como “cooperadora necesaria” en dos delitos de fraude fiscal, se enfrenta a una petición de ocho años de prisión.