La presencia de un lobo marino en el puerto de Anconcito divide criterios entre los pescadores. Mientras unos piden que el animal sea llevado por las autoridades ambientalistas a otro lugar, hay quienes consideran que el extraño visitante debe quedarse allí como un atractivo turístico. Además, que está en su hábitat.

El mamífero apareció la segunda semana de noviembre de 2022 en los desembarcaderos de peces en este puerto peninsular. En principio no pasaba nada con el animal, pero desde hace tres días viene atacando a los pescadores. Ya suman cuatro las personas que han sido mordidas.

Los que solicitan la desaparición del lobo marino temen que los siga atacando. “Se ha vuelto agresivo y es un peligro. A las autoridades que les corresponda deben actuar urgente para evitar que hiera a más compañeros. Mi primo fue uno de los heridos. El lobo se le prendió del tobillo”, asegura el pescador Nixon Mendoza.

La comerciante Soraya Rojas tiene una opinión contraria. “Si nadie lo provoca va a mantenerse tranquilo, pero si comienzan a molestarlo, el lobo va a reaccionar. No hay que olvidarse que somos nosotros los que estamos invadiendo el entorno donde ellos andan”.

La llegada del lobo marino a este muelle ha provocado cierto alboroto. Es que por primera vez los pescadores comparten su actividad con una especie marina de estas características, que los merodea en el momento de bajar los peces de sus embarcaciones. “Parece que ha venido a vigilarnos. Lo preocupante es que ya probó sangre humana y le gustó, por eso ahora los ataques son más continuos. Creemos que pueden ser como los tiburones que al saborear la sangre del hombre buscan más víctimas”, alega el pescador Javier González.

Desde ayer, las autoridades ambientales de esta provincia destinaron a personal de la policía de Medio Ambiente para que estén presentes y de manera continua en esta zona. Así se espera garantizar que el animal no sufra ningún maltrato de los furiosos pescadores.

A los artesanos se les pidió que no lancen peces desde la orilla, así se evitará que el lobo venga hacia ellos. “Por favor, señores, el lobo marino es una especie amigable con el hombre, aquí estamos para protegernos todos. Le pedimos colaboren con las recomendaciones que le hemos entregado para que nadie salga perjudicado”, indicó ayer el policía ambiental Rogelio Cedeño.

La bióloga Bertha Carpio le dijo a EXPRESO que si el animal ataca es en reacción a alguna acción que los pescadores realicen y le afecte. “Suelen llegar a la orilla por alimento, descanso o porque han sido expulsados de su manada. Si nadie tiene contacto con el animal, en poco tiempo abandonará el sector. Hay que tener mucho cuidado porque puede estar enfermo”, advierte Carpio.