Orgullosa. Con un promedio de 9,98, Keyla Franco Hidalgo es la abandera del Delfos.

“Nunca me he considerado una nerd”

Una ley postergó su sueño de ser abanderada en la escuela. Ayudar a sus compañeros la hace sentir bien z La llaman la ‘niña solidaria’.

Ostentar el promedio más alto de calificaciones, durante su trayectoria estudiantil, le ha costado a Keyla Fernanda Franco Hidalgo, de 17 años, perderse paseos familiares y epítetos como ‘nerd’ por parte de algunos compañeros de clases.

Sin embargo, la joven de ojos verdes y amplia sonrisa cuenta que nunca se ha considerado como tal. “Tengo una vida social muy activa con un grupo selecto de amigos; y aunque no soy fan de ir a fiestas y reuniones, prefiero ver películas o ir a un centro comercial a pasear con mis allegados”.

Su sueño por levantar la bandera empezó cuando tenía ocho años y su madre, Mariana Hidalgo, le comentó que ella había logrado ser escolta en sus tiempos de colegio. “Esto me motivó a estudiar para obtener el más alto puntaje y convertirme, algún día, en abanderada”.

Pero cuando culminó la escuela esa meta se vio postergada por una nueva disposición del Ministerio de Educación, que decía que solo se haría cambio de abanderado en el tercer año de bachillerato. “No lo vi como si hubiera malgastado tantos años estudiando, lo vi como una oportunidad de seguir avanzando y, sobre todo, de seguir luchando por algo que se había convertido en una razón importante en mi vida”, menciona sin dejar de sonreír.

Sus ojos se iluminan cuando explica que su familia le ha enseñado que la vida no es fácil y que debe ser persistente en lo que desea. “Me ha enseñado a no conformarme, sino a aspirar a mejores cosas, a repetir si es necesario, a ser constante, a que todo obstáculo tiene su recompensa y especialmente a no decir no puedo ya que, aunque sea difícil, nada es imposible”, menciona con voz clara, mientras ensortija, aún más, su cabello negro con sus dedos.

Hace dos meses, cuando se enteró que había logrado su objetivo, dice que sintió una emoción muy grande e inexplicable con palabras. “Es increíble ver como todo ese esfuerzo valió la pena y que he alcanzado una de mis primeras metas en la vida. Ahora me siento orgullosa de mí misma y con una gran responsabilidad”, anota.

Este logro le ha costado tiempo familiar. Su mamá (gineco-obstetra) y su padre Wilfrido (policía) cuentan que su hija ha perdido paseos familiares cuando ha tenido que prepararse para un aporte, examen o exposición. “Y cuando hemos tenido que viajar por cuestiones de trabajo, ella ha llevado sus cuadernos para hacer las tareas y no bajar en sus promedios”, comenta su mamá.

Ayudar a sus compañeros la hace sentir bien, por eso da clases a los que quieren mejorar sus notas. En el colegio la conocen como la ‘niña solidaria’.

Sus maestros y compañeros explican el porqué. “Ella siempre está presta a ayudar a los demás y cuando ve que su esfuerzo no da el éxito esperado se siente triste y llora de dolor”, indica Sara María Garaicoa, rectora del plantel, quien la conoce desde hace seis años.

Cuando estuvo en séptimo año, a una compañera le diagnosticaron leucemia. Entonces Keyla lideró una colecta para pagar parte del tratamiento. Cuando la amiga se quedó sin cabello por la quimioterapia, ella no dudó en cortarse el cabello para donarlo.

Jimmy Aguirre, su mejor amigo, dice estar orgulloso de contar siempre con su apoyo; mientras que su maestra de Matemáticas, Jennifer Zambrano, cree que la joven siempre será una excelente persona.

Crear una app antiviolencia

Keyla todavía está indecisa si estudiará Ingeniería en Sistemas o Mecatrónica en la universidad. Pero de lo que sí está segura es de que desea inventar un aplicación (app) con la que se pueda controlar la violencia. También le gustaría ayudar a levantar un refugio para gente que vive en la calle. “La violencia debe desterrarse y se debe dar albergue a quienes lo necesiten”.

Unidad Educativa Delfos

La Unidad Educativa Delfos fue creada el 4 de junio del 2004. Está ubicada en la avenida Raúl Gómez Lince (avenida Las Aguas), en el norte de la ciudad. Tiene 1.140 estudiantes distribuidos en dos jornadas (matutina y vespertina), desde educación inicial hasta tercero de bachillerato.

Su actual directora es Sara María Garaicoa. La entidad tiene como misión formar con base a valores éticos y morales en cada una de las áreas del conocimiento. Integrando a niños, jóvenes con habilidades múltiples y necesidades educativas para alcanzar un verdadero desarrollo.

Sus directivos aseguran estar comprometidos con la mejora continua, buscando la excelencia institucional.