“Entre los individuos, el respeto al derecho ajeno, es la paz”

“El Estado laico debe ser el garante de muchas libertades, pero no puede convertirse por este motivo, en garante de muchos atropellos”.

Esta frase del maestro José Ortega y Gasset bien puede servir como referente para tener una idea de los hechos que se suscitaron en días pasados por la clausura de un teatro en Samborondón.

La Constitución reconoce en su artículo 1 al Ecuador como Estado laico; teniendo en cuenta que desde el 22 de diciembre de 1906 al promulgarse la décima segunda Constitución de la República, se instituye a nuestro país como tal; recogiendo esta Constitución los postulados de la Revolución Liberal del 5 de junio de 1895, acaudillada por el general Eloy Alfaro Delgado.

En un estado laico son permitidas todo tipo de manifestaciones religiosas, culturales, políticas, ideológicas; etc, siempre y cuando estas manifestaciones respeten el orden establecido y no causen lesión a quienes en calidad de miembros de la sociedad, piensan y actúan en forma diferente.

La obra de teatro El Santo Prepucio, atenta contra la espiritualidad de quienes profesamos el catolicismo, su contenido indudablemente; quebranta el orden de libertad que debe existir dentro de un régimen de estado laico, convirtiéndolo en libertinaje.

Tengamos también en cuenta la frase de Benito Juárez cuando dijo: “Entre los individuos, así como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”.

Dr. Alberto Lucero Avilés