Imagen referencial. Tráfico vehicular y cruce de peatones en la Vía a la Costa.

“Es hora de replantear a via a la costa”

Depender de una única vía, el creciente tránsito por esta, las canteras cercanas y los cortes de agua, son algunos de sus males sin solución.

El conjunto de problemas que sufren las urbanizaciones ubicadas en vía a la costa tiene una razón de ser y se llama desidia, afirma el arquitecto y planificador urbano Felipe Huerta. Para él, no existe otra forma de describir el origen de los múltiples males que aquejan a esa zona del oeste guayaquileño: movilización caótica, funcionamiento de canteras en zonas residenciales, inexistencia de una red de alcantarillado e inconsistente calidad de la provisión de agua potable.

A su criterio, todo esto empezó a formarse a finales de los noventa. El también catedrático y exasesor municipal lo recuerda. “Hubo desconocimiento en cuanto a planificación”.

La receta fue simple: terrenos adquiridos con precios baratos, con fines habitacionales, pero con inversiones no mayores en cuanto a infraestructura. “Un verdadero maquillaje. Nunca se pensó que un proyecto como ese debía contar con todos los servicios”, lamenta el experto.

Hoy la zona revienta. Y eso que solo creció una mínima parte de lo previsto. Algo más de 17 kilómetros de los 26 que se habían proyectado. La población, este 2018, supera los 60.000 habitantes, solo en el área de las urbanizaciones.

Frente a esto, el hecho de que vía a la costa conecta con una arteria que une carreteras nacionales, de ahí aquella excusa repetida de que, como es carretera, es el Ministerio de Transporte y Obras Públicas la entidad que debe atender los llamados de la población.

Huerta tiene sus reparos. La vía está inscrita en una zona urbana, pertenece al perímetro urbano y la competencia recae directamente en el Municipio. “Por razones de orden burocrático y comodidad, se la deja de lado. Quizás porque es muy grande y mantenerla sería demasiado costoso. Hay una responsabilidad del gobierno local, de los empresarios y de los colegios profesionales, que han guardado un silencio absoluto en este tema”, sentencia.

Leer los males de vía a la costa no es suficiente. Cuando uno los sufre en la piel empieza a enfadarse tanto que organiza plantones, llama a la prensa, manda quejas a las autoridades, como lo han hecho decenas de veces los presidentes de los comités del sector. Sus reclamos no siempre se escuchan.

Guillermo Ayala está sentado con EXPRESO en un área social de alguna de las urbanizaciones de la zona. Es el sábado pasado por la mañana. Lo rodean presidentes y representantes de asociaciones de otras urbanizaciones. Él es el líder, el presidente de la federación de vía a la costa.

“Lo mismo que le pasa a vía a la costa le ocurre a Samborondón, somos áreas que comparten una carretera nacional. Y como tales, el Ministerio de Transporte está a cargo; pero en Samborondón, el Municipio sí invierte en la vía. Ahora mismo le dará una ciclovía de dos carriles, más de 20 kilómetros. Hace veredas, obras, puente peatonal con ascensor... ¿Por qué el Cabildo de Guayaquil no puede hacer lo propio acá?”, cuestiona.

Uno solo entiende los males que aquejan a esta área cuando los vive. Empezando por los servicios básicos. Por un lado, Interagua con los constantes cortes del suministro y ese poco alentador comunicado de que no podrá evitarlos a corto plazo, debido a lo obsoleto de la tubería; y por otro, la fetidez de algunas lagunas de oxidación, porque aquí no hay red de alcantarillado.

A ellos, a los moradores, les duelen también las canteras. Las partículas de polvo se quedan en el aire tras las explosiones, los niños y ancianos las respiran, explica indignado el presidente de la federación. “Aquí pasamos enfermos”, afirma. “No solo eso”, lo interrumpe Gonzalo Flores, vicepresidente, “las explosiones provocan vibraciones que cuartean las casas”.

Pero ni siquiera eso es más grave que lo que ocurre en torno a la movilidad, esa necesidad de tener que salir de casa una hora antes para llegar a tiempo, no es menos molesta que los riesgos. Aquí están prohibidas las emergencias. Carlos Ochoa, presidente de la urbanización Belo Horizonte, lo explica: “Un accidente vehicular nos impide la salida, porque solo hay una arteria”. Una grave vulnerabilidad que EXPRESO ha advertido.

Si a eso le suma la cantidad de personas que cruzan a pie, especialmente por las mañanas, el panorama es perturbador, acota el vicepresidente.

Hoy ven hacia el futuro. A Ayala, por ejemplo, le preocupa que se acerque la inauguración del Puerto de Aguas Profundas, de Posorja. “El tráfico de los más de 700.000 contenedores que circularán al año por esta vía, la soportaremos nosotros”.

El director municipal de Urbanismo, Avalúos y Ordenamiento Territorial, José Miguel Rubio, evita tocar el tema de las competencias. Sí dice, en cambio, que la transformación de vía a la costa ha sido progresiva. Se construyó, por ejemplo, la planta de Pantano Seco para las aguas residuales del sector. También se prevé una nueva planta, pero entrará en la planificación de los próximos años.

Sobre movilidad, “actualmente se ejecuta una consultoría para analizar la necesidad de miniterminales, paradas, pasos peatonales. Además, se analizan otras soluciones inmediatas y a largo plazo”, promete. Y en cuanto a las canteras, insiste en que la culpa es de la Agencia de Regulación y Control Minero. “Hay canteras ilegales que siguen funcionando en áreas de reserva. Ellos dicen que están revisando el tema hace meses”.

“Es hora de replantear la vía a la costa. De girar el timón hacia el cambio, de recular”, invita el urbanista, docente de la Universidad de Guayaquil y excoordinador general de planificación urbana, Felipe Espinoza. “Hay proyectos, pero no hay un enfoque profundo. Lo que necesita la zona es un plan integral de ordenamiento. Es urgente”, sostiene.

Para el magíster en urbanismo y ordenamiento territorial Luis Alfonso Saltos, ese plan debe abordar todos los ejes: cerrar las canteras y planificar la construcción de la red de aguas servidas, evaluar el estado de la red de agua potable y mejorar la viabilidad. “Es necesario concentrarse en soluciones integrales y no solo en parches”.

Guayaquil crece cada diez años la población en 360.000 personas, 4.000 hectáreas, observa Espinoza; pero la gente no se va donde no hay servicios, advierte. “Si no se atiende a vía a la costa integralmente, todo el crecimiento continuará hacia la tendencia de sobreponer nuestra población a otros cantones, como pasa ya en Samborondón”, advierte.

Pregunta a los candidatos de Guayaquil

¿Cuál cree que es la solución integral para resolver los problemas en la vía a la costa?

Francisco Jiménez, candidato del partido CREO

Vía a la costa ha sido objeto de la mala planificación, empezando por la contradicción de ser una zona residencial donde aún se mantienen actividades de extracción de canteras. Hay que reorientar el ordenamiento hacia la protección al medio ambiente, lo turístico y lo residencial. Vamos a mejorar retornos, pasos peatonales, transporte público, arborización y servicios municipales, de lo cual se encargará la Unidad Municipal Independiente, que ubicaremos en dicho sector para que ejecute las obras, con celeridad y eficiencia.

Jimmy Jairala, candidato del partido Centro Democrático

En vía a la costa es necesario implementar medidas regulatorias para las canteras, en pro de la salud de los residentes. También se requiere un sistema de transporte integrado, una red ciclovial conectada a colegios, plazas comerciales y ciudadelas, y el mejoramiento de la infraestructura peatonal. Además, estamos decididos a responsabilizarnos con la seguridad. Constituiremos la Dirección de Seguridad Ciudadana, que, en articulación con las instituciones promoverá el uso de botones de pánico, cámaras, patrullaje, entre otras medidas.

Cynthia Viteri, candidata del Partido Social Cristiano

El crecimiento de la vía a la costa convierte a Guayaquil en un nuevo polo de desarrollo, tomando como referencia el proyecto Puerto de Aguas Profundas en Posorja y el nuevo Aeropuerto.

En mi Alcaldía ejecutaremos obras de infraestructura básica, viales, sanitarias y, además, proyectos habitacionales, que serán trabajados de forma integral, tomando en cuenta políticas de ordenamiento del territorio y las normas ambientales correspondientes, lo que permitirá crear miles de plazas de empleo, generando progreso y bienestar.

Martha Macías, precandidata del Partido Sociedad Patriótica

Se deberían hacer estudios técnicos que determinen las soluciones para cada necesidad, ejemplo: pasos peatonales que cuenten con ascensores para personas con discapacidades ubicados en lugares apropiados, la habilitación de vías fluviales en el Estero y la construcción de un túnel en Cerro Blanco para la circulación vehicular; explotación técnica de canteras con estricto cumplimiento de las licencias otorgadas; implementar mercados populares. Y, para mejorar el turismo en Puerto Hondo, la dotación de servicios higiénicos públicos, agua potable, etc.

CRONOLOGÍA

13/09/2018

Inician los cortes de agua en vía a la costa. Un mal replicado en octubre y noviembre. El problema se prolongará.

29/09/2010

Con carteles y consignas, cientos de personas protagonizaron una marcha a lo largo de la vía a la costa para exigir soluciones.

01/07/2017

El Cabildo propone la construcción de una vía alterna que, hasta la fecha no se efectúa.

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