Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Inmigracion y reaccion europea

El conflicto armado en algunos países árabes ha desatado una enorme ola de refugiados que se desplazan hacia Europa. En 2015 llegaron, solo a Alemania, alrededor de 1,1 millones de refugiados. Asimismo, la adopción del principio de libertad de circulación en Europa ha provocado flujos migratorios masivos intraeuropeos que, en gran medida, pasan inadvertidos. En 2014, Alemania experimentó un flujo neto de ingreso de 304.000 personas provenientes de otros países de la Unión Europea, y probablemente se registra una cifra similar para 2015. Algunos miembros de la UE, entre ellos Alemania, Austria, Hungría, Eslovenia, España, Francia, y los inicialmente acogedores Dinamarca y Suecia, han reaccionado suspendiendo virtualmente el Acuerdo de Schengen y restableciendo los controles fronterizos.

Un asunto fundamental está en juego. Los Estados de bienestar se definen por el principio que señala que aquellos que disfrutan de ingresos por encima del promedio pagan más impuestos y contribuciones en comparación con lo que ellos reciben en retorno en la forma de servicios públicos, mientras que aquellos cuyos ingresos son inferiores a la media, pagan menos de lo que reciben. Esta redistribución, que canaliza los recursos públicos netos hacia los hogares de menores ingresos, es una corrección sensata a la economía de mercado, una especie de seguro contra las vicisitudes de la vida y los rigores de la fijación de precios de escasez que caracterizan a la economía de mercado y que tienen poco que ver con un comportamiento de carácter equitativo. Por eso los Estados de bienestar son fundamentalmente incompatibles con la libre circulación de personas entre países si los recién llegados tienen acceso inmediato y completo a las prestaciones públicas en sus países de acogida. En tales casos, los países pueden actuar como imanes de bienestar, que atraen a muchos más inmigrantes de lo que sería económicamente aconsejable, ya que los recién llegados reciben, además de su salario, una subvención a la migración en la forma de transferencias públicas. Únicamente en el caso que los migrantes solo recibieran salarios se podría esperar una autorregulación eficaz de la migración. Por lo tanto, el actualmente vigente sistema de prestaciones de sustitución del salario que se aplica cuando los receptores no trabajan, debería ser sustituido por un sistema que ofrezca complementos salariales y trabajo comunitario. Esto reduciría los costos netos de los beneficios y debilitaría los incentivos para migrar. Ese es un muy buen consejo en una situación que de otro modo sería caótica.

Project Syndicate