
Gobernabilidad e independencia son los matices que se juegan en la Asamblea
El Ejecutivo prevé leyes y reformas claves para su proyecto. Existe el riesgo de no contar con un contrapeso
Tras la salida de Rafael Correa en 2017, ningún presidente había contado con mayoría en la Asamblea, ni con uno de sus propios legisladores en la presidencia del Parlamento.
El Ejecutivo asegura que ahora tendrá la gobernabilidad necesaria, pero hay riesgos: un Parlamento sin fiscalización y vía libre para reformas y leyes sin beneficio de inventario.
(No te pierdas: Las propuestas de la Asamblea hacia los jóvenes son superficiales y atadas al pasado)
Durante el primer período, la Asamblea fue el principal foco de oposición para el presidente Daniel Noboa. El mandatario recurrió 17 veces al veto total. Asimismo, ante los ataques del correísmo contra sus ministros, el Ejecutivo optó por no enviar a sus funcionarios a las comparecencias solicitadas.
Ahora, Noboa cuenta con uno de los suyos al frente. El sábado pasado, el presidente dijo: “Niels, un reto enorme se visualiza en el horizonte. Por tu profundo amor por este país y ciega confianza en mí, sé que eres el hombre para enfrentarlo”.
Antes de esa declaración, Olsen también expresó su respaldo al jefe de Estado. “Si el presidente lidera con visión, la Asamblea debe responder con acción”, afirmó. En ese sentido, ofreció caminar junto al Ejecutivo. “Gobernabilidad significa que podemos tener diferencias, pero el país nos exige estar unidos en lo esencial”, agregó.
Asamblea es clave para las reformas del Gobierno
Este anuncio de unidad se produce en un contexto de inminentes reformas constitucionales y el envío de leyes urgentes. Ayer, el aún ministro de Gobierno José De La Gasca señaló que la gobernabilidad y el proyecto conjunto serán puestos a prueba, en referencia a la ley económica urgente para desarticular las economías criminales.
Además, adelantó que se vienen nuevas leyes y reformas, incluso advirtiendo que las modificaciones propuestas pondrán a prueba la resistencia de la actual Constitución. En este escenario, la Asamblea se convierte en un poder clave para el Ejecutivo.
El exlegislador y excandidato presidencial Henry Cucalón consideró la designación de Olsen como un llamado a la gobernabilidad. “Esa gobernabilidad, que implica haber designado a una autoridad sin duda afín al oficialismo, ojalá que no se convierta en un alfil del Gobierno”, analizó el excandidato.

Para Cucalón, la afinidad entre ambas autoridades no es negativa, aunque destacó que una cosa es la coordinación basada en objetivos y otra, la “coordinación por sumisión”.
En la misma línea opinó el exlegislador Héctor Muñoz. “La coordinación entre el Ejecutivo y el Legislativo permitirá que la construcción de normas sea conjunta. El presidente es colegislador y, si hay una desconexión entre ambos, podrían volver los vetos totales”, sostuvo.
Ejecutivo podría marcar la agenda legislativa
Sin embargo, la experta en comunicación política Caroline Ávila advirtió que al menos en los primeros meses, será el Ejecutivo (no la Asamblea) el que marcará el ritmo de la agenda parlamentaria.
“Si la Asamblea se convierte en un espacio de acompañamiento más que de control, se perderá la oportunidad de ejercer un verdadero contrapeso institucional. La gobernabilidad no puede confundirse con obediencia”, advirtió Ávila.
A pesar de estas diferencias de opinión, los expertos coinciden en que el futuro dependerá de las alianzas que logró ADN. Aunque el oficialismo cuenta con una mayoría, aún hay incertidumbre sobre su alcance en temas sensibles.
Cucalón indicó que dicha mayoría debe trascender la elección de autoridades legislativas y enfocarse en reformas profundas que tengan en cuenta una agenda de país.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!