Las emociones

Las emociones

Nacemos con un bagaje emocional que se desarrolla y despliega a lo largo de la vida. Las emociones son estados de las personas, con diversas características e intensidad, que crean una experiencia en particular, a partir de cambios fisiológicos y de conducta, dice Mora Marengo, psicóloga del instituto argentino Sincronía. Marengo señala que las emociones se activan al combinarse distintas fuentes de información, como estímulos del entorno, señales internas del cuerpo y vivencias anteriores. Así el cuerpo envía un mensaje para organizar e iniciar un plan de acción y responder a la situación en que se está. Emoción es el impulso para actuar y funciona automáticamente. Cada una nos prepara a dar cierta respuesta para manejar una situación. Por ejemplo, el miedo acelera el ritmo cardíaco, envía más sangre a los músculos y favorece la respuesta de huida. Unas reacciones son innatas, otras aprendidas del entorno, se adquieren al observar. Los padres son modelo de referencia, indica Marengo. Cada quien experimenta una emoción de modo particular, y eso depende de la situación que le toca vivir, experiencias anteriores y aprendizaje. Toda emoción es necesaria para la supervivencia. Muchas veces son desagrada-bles, como miedo, tristeza, enojo, e intentamos reprimirlas y evitar su malestar. Esa no aceptación y conexión puede desatar conductas desadaptadas y desreguladas, como comer en exceso, conflictos con las personas, abuso de sustancias y otros. Por eso, es necesario registrarlas, regularlas y aceptarlas como transitorias y funcionales, para dar respuestas acertadas en situaciones particulares. Es importante iniciar el proceso de reconocimiento y regulación emocional en la infancia. Los padres son los primeros que modelarán y contribuirán en su regulación emocional, explica la psicóloga, quien enfatiza que las primeras etapas de vida son decisivas, dan las primeras bases de aprendizaje y relación. / BAM