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La educacion en crisis

Las autoridades de educación de Francia han resuelto cambiar los planes de estudio de las escuelas primarias debido al retroceso educativo de las nuevas generaciones. Para lo cual han dado marcha atrás en una serie de reformas que ya se estaban aplicando, para volver a sistemas que eran considerados “anticuados”, entre ellos: los dictados, la lectura en voz alta, el cálculo mental, el desarrollo de ejercicios en el aula, el envío de tareas a la casa y las pruebas periódicas de evaluación.

Ya en el año 2017 el Banco Mundial advertía sobre la crisis de la educación actual y su repercusión sobre la economía global. Su presidente, Jim Yong Kim, declaraba: “En el caso de los jóvenes, la educación, cuando funciona como es debido, fomenta el empleo, incrementa los ingresos, mejora la salud y reduce la pobreza. A nivel social, estimula la innovación, fortalece las instituciones y promueve la cohesión social. Pero estos beneficios dependen del aprendizaje, y la escolarización sin aprendizaje es una oportunidad desaprovechada. Más aún, es una gran injusticia: los niños con los que la sociedad está más en deuda son aquellos que más necesitan de una buena educación para prosperar en la vida”. Se concluía con un mensaje claro: sin educación los países no podrán eliminar la pobreza y desarrollarse.

El problema no solo es de Francia, sino que es bastante generalizado en muchos países, entre ellos el nuestro. Los estudiantes salen de las escuelas y de los colegios con enormes vacíos de conocimientos y aprendiendo cada vez menos y mal. Se hace necesaria una verdadera revolución educativa que afronte el problema de manera efectiva, que incluya, entre otros aspectos, una infraestructura adecuada, con maestros bien formados y permanentemente evaluados, y, principalmente, con una revisión profunda de los planes de estudio y de los contenidos que se están dictando. La decisión que se tomó en Francia puede marcar el camino a seguir: muchos de los sistemas que se consideraban obsoletos deben ser retomados. El cambio no solo es necesario, sino, sobre todo, urgente.