En Ecuador, una herramienta de inclusion

Uno de los primeros intentos por aplicar el teletrabajo en el país se dio en el 2010, a través de un programa social coordinado por la Agencia Metropolitana de Promoción Económica de Quito. La idea, cuenta Álvaro Jijón, nació con el fin de hallar una metodología que ayude a insertar laboralmente a las personas con discapacidad.

Cinco años después, este programa continúa. Hasta el momento, dice, se ha logrado que más de 350 personas firmen un contrato de teletrabajo con una veintena de empresas que se han involucrado en el proceso.

“De esas empresas, 14 están en el exterior: en India, Estados Unidos y Argentina”. Localmente participan compañías privadas como Pronaca, Arca, Movistar y Data.