El cambio climático y los desastres naturales representan un riesgo directo para los bancos y cooperativas. Esa es otra de las conclusiones del Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF) que realizaron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, cuyos resultados fueron presentados en días pasados.

Según el documento del FMI, la alta exposición de Ecuador a los peligros naturales plantea riesgos físicos para los bancos y las cooperativas.

El multilateral señala que Ecuador tiene la decimotercera exposición más grande del mundo a peligros naturales, según el Índice de Riesgo Inform, un reporte elaborado en una colaboración del Grupo de Referencia del Comité Permanente entre Organismos sobre Riesgos, Alerta Temprana y Preparación y la Comisión Europea.

En ese contexto, dice el reporte del Fondo, hasta el 20 % de los préstamos bancarios y el 25 % de los préstamos cooperativos se encuentran en partes del país vulnerables a inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías, erupciones volcánicas y riesgos sísmicos.

Esto quiere decir que los desastres naturales, que pueden afectar a la población, tengan una repercusión directa en el pago de los préstamos.

Además, dice el organismo, alrededor del 23 % de los préstamos bancarios de todo el sistema en Ecuador también se otorgan a prestatarios en sectores que se consideran “sensibles” al cambio climático, principalmente, la agricultura.

En el caso de los bancos, los créditos están más expuestos a desastres como terremotos e inundaciones, según el reporte. En el caso de las cooperativas, se menciona a los deslaves y la actividad volcánica.

La advertencia del FMIy el Banco Mundial aparece en medio de la llegada del fenómeno de El Niño, prevista para fines de 2023 o inicios de 2024.

Al ser consultado sobre los riesgos que puede implicar El Niño en los bancos, Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), aseguró que  las entidades se encuentran preparadas para hacer frente a los potenciales impactos que ocasionaría, no obstante, “existe la necesidad de que se trabaje en temas regulatorios que permitirán ser más eficientes en el apoyo a la reactivación, como tasas de interés para apoyar la inclusión financiera y la reactivación”.

Además, Rodríguez señaló que los planes de acción de la banca ya se pusieron a prueba durante la pandemia de la COVID, que representó la crisis más grave del país y del mundo, cuando provocó confinamiento y el cierre de varias actividades productivas. También los bancos afrontaron con solidez y estabilidad los impactos relacionados con el terremoto del 2016.

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Para Marín Bautista, gerente de Financoop, entidad financiera de segundo piso para cooperativas, las entidades del sector están conscientes de que los clientes pueden dejar de pagar deudas en casos de desastres. Por eso, las entidades ya toman medidas de precaución para mitigar riesgos.

• OTRAS MEDIDA.

Banca Pública. El presidente Guillermo Lasso anunció que varias entidades de la banca pública tomarán medidas para dar alivio financiero a los clientes por El Niño.

Decreto-ley.  Lasso emitió el decreto-ley Gestión de Riesgos y Desastres, que establece cambios en las declaratorias de emergencia y desastres, y da pautas para que el Gobierno actúe frente a El Niño.

Préstamos. Otra de las medidas para hacer frente a los estragos de El Niño son créditos de organismos multilaterales como el Banco Mundial. El organismo aprobó    150 millones de dólares en junio.

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