Debate presidencial en El Comercio
El 5 de febrero de 2017, diario El Comercio organizó un debate que logró reunir a los ocho candidatos presidenciales de las últimas elecciones.Archivo

Dudas sobre el CNE también como organizador de debates

Los encuentros cara a cara entre candidatos ahora serán obligatorios. La reforma electoral expresamente no los obliga. Los sanciona si no participan.

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Transparencia y reglas claras. Siendo el árbitro de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el llamado a organizar los debates entre candidatos que ahora serán obligatorios... o así lo vieron los legisladores que aprobaron las recientes reformas al Código de la Democracia

Sin embargo, las dudas que suelen cernirse sobre la imparcialidad del organismo electoral cada vez que se aproxima un proceso eleccionario ahora se caen también sobre su capacidad para organizar debates transparentes y con reglas claras.

“Siempre habrá esa duda... Lo ideal es que las organizaciones políticas seamos veedores y garantistas de que los debates sean lo más transparentes posibles para que no haya distorsiones ni que se favorezca a ningún candidato”, comentó a EXPRESO Fernando Cedeño, director en Guayas del movimiento SUMA.

Los debates como tal son positivos. Si los organiza el CNE o perico de los palotes, lo importante es que les permitan a la ciudadanía conocer lo que implementarán los candidatos.

Francisco Jiménez,
presidente en Guayaquil del movimiento
CREO

Mientras que el director nacional del movimiento Unidad Popular, Geovanni Atarihuana, considera que la reforma en este aspecto debió incluir la participación de la sociedad civil, la academia y organizaciones sociales dentro de la organización. “El CNE, siempre que garantice equidad e independencia, debe estar al frente de los debates”, comentó el dirigente político.

El presidente del movimiento CREO en Guayaquil, Francisco Jiménez, destaca como positiva la reforma; no obstante, los actuales miembros del Consejo no gozan de la confianza de los integrantes del movimiento. “De nada servirán las reformas si no cambiamos a la presidenta, que ha demostrado ser incompetente para el cargo”.

El otro factor que destaca en la reforma aprobada por la Asamblea es la obligatoriedad. Si bien en la norma no hay un artículo expreso que obligue a los candidatos a participar, sí contempla sanciones para quienes no respondan al llamado del CNE a debatir (ver apoyo adjunto). 

El legislador Bairon Valle explica que se pensó en un primer momento sancionar con la descalificación a los candidatos que no se presenten a debatir, pero no tuvo apoyo. “Se lo deja como una obligatoriedad moral. Para que la ciudadanía sepa que ese candidato no tiene el interés de debatir”.