Varias fundaciones de pacientes con enfermedades catastróficas realizaron un plantón, en el Centro Histórico de Quito, este jueves 14 de julio.

Las exigencias eran las mismas: medicinas y atención para evitar la muerte de sus seres queridos que yacen en camas de hospitales.

A las 08:30, cerca de 30 personas llegaron a la iglesia de la Catedral, ubicada en la Plaza Grande, para realizar una misa en honor a los caídos. Después, como acto simbólico, hicieron un cortejo fúnebre alrededor de la plaza.

Gustavo Dávila, presidente de la Alianza Nacional por la Salud, organización que dirige a casi 30 entidades enfocadas en tratamientos de enfermedades catastróficas, señaló que ante la nula atención del Gobierno acudieron a la Conferencia Episcopal para que interceda por ellos.

“Estamos cansados de estar en plantones, queremos que ya se intervenga. Basta de tanta indolencia. Señor presidente ¿tenemos que salir a huelgas para que nos escuche?”, dijo.

Carolina Cantuña, sufre de una deficiencia inmunológica. Mensualmente necesita más de seis mil dólares para suministrarse un medicamento que le permita llevar una mejor calidad de vida. Como ella hay otras personas que piden ser atendidos y recibir tratamientos de diálisis, quimioterapias e incluso medicamentos para validar el trasplante de órganos que recibieron.

“Solo en mi fundación ya han muerto 15 niños y jóvenes. Están internados en diferentes casas de salud a nivel nacional, en cuidados intensivos. Muchos sangran por la boca y ano”, contó Cantuña.

Si en 15 días no existe el pronunciamiento por parte de las autoridades, pacientes y familiares realizarán una huelga de hambre para “al menos morir con dignidad”, finalizó Dávila.