La unión hace la fuerza. Al menos para los gestores culturales del Puerto Principal, unirse para ofrecer varias propuestas artísticas en un mismo evento o localidad, ha ayudado a conservar una cartelera activa.

El auge de la inseguridad y el cierre de varias galerías, librerías y centros culturales han obligado a los colectivos restantes a replantear su manera de pensar la ciudad modificando sus horarios, ampliando su calendario de actividades virtuales y trabajando juntos para asegurar un nutrido público que acuda a un mismo espacio.

Y si bien estas nuevas modalidades de trabajo han generado otras maneras de acercarse a la cultura, los gestores continúan buscando cómo innovar y agruparse para mantener las artes vivas en la urbe y ofrecer al público mayor seguridad.

La unión entre lo privado y lo público ha sido un bálsamo en este proceso, uno que esperan fortalecer en el último trimestre del año a través de alianzas, comodatos y encuentros.

• Adelaida Jaramillo / Palabra Lab: Apostar por los corredores culturales que unan artistas

Ofrecer charlas en espacios que cuenten con más de un filtro de seguridad, como el Teatro Sánchez Aguilar o la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, es una de las opciones que ha encontrado Adelaida Jaramillo, propietaria de Palabra Lab, para mantener activas las propuestas literarias de su espacio cultural.

“A mí solo me queda comprender a todos mis participantes y adaptarme”, afirma.

Una de estas opciones, asevera, son los corredores culturales, que ofrecen diversas iniciativas artísticas en un mismo espacio.

“Si no tenemos que pedirle a la ciudadanía que cruce la ciudad, podemos disfrutar de las actividades que tenemos a mano... Además, es una forma de localizar dónde están sucediendo las cosas y dónde no”.

• Marlon Pantaleón / Estudio Paulsen: Invertir en reforzar la seguridad de las audiencias

Obras como ‘Constelaciones’, ‘El principio de Arquímedes’ y ‘Traición’ son algunas de las piezas más recientes que han estado en la cartelera del Estudio Paulsen, ubicado en el barrio Las Peñas.

Marlon Pantaleón, director del espacio, acepta que mantener el nivel de asistencia ha sido el principal reto en lo que va del 2023. “Ha sido un año complicado para los espacios culturales”.

Sin embargo, si bien hay varias medidas que se han implementado para facilitar la asistencia y sostener la agenda de actividades del teatro, la más importante para Pantaleón ha sido invertir en reforzar la seguridad del lugar, una medida que, considera, debe ir de la mano con las políticas culturales públicas.

“El apoyo integral a la gestión cultural es vital para nuestra sociedad. Eso debería ser parte primordial de la agenda política”, reclama.

• Jorge Parra Landázuri / Teatro Casa zona Escena: Unir a las comunidades artísticas en proyectos coproducidos

A inicios de julio, la Casa Teatro Zona Escena presentó la obra ‘El cabaré’, una puesta en escena que contó con la participación de cinco colectivos, entre ellos bailarines, músicos y actores.

“El proyecto tenía varias aristas, por lo que participaron varios grupos, estudiantes de artes escénicas y más. Hemos tenido éxito uniendo a las comunidades artísticas”, explica Jorge Parra, director del espacio.

Para él, proponer una programación activa y diversa en horarios accesibles al público ha sido crucial para mantener vivo el teatro en la calle Panamá. “Hemos adaptado los horarios. Los domingos, las funciones suelen ser a las 18:00, por ejemplo”, indicó.

“Se debe pensar en ampliar la inversión para respaldar la gestión cultural”.

• Tayron Luna / Galería Taller Maldonado: Resistir para mantener en pie los espacios en zonas vitales

Frente a la situación de la urbe, Tyron Luna, copropietario del Taller Maldonado, única galería del sur de Guayaquil, pensó en cerrar sus puertas.

“Estábamos optando por no abrir muestras presenciales, porque nuestra ubicación le generaba dudas al público que regularmente asistía a las exhibiciones que teníamos agendadas”, admitió.

No obstante, resistir le pareció una mejor opción, y el público respondió.

Afirma que adicionalmente, ha tomado medidas como agendar visitas guiadas en horarios menos riesgosos, entre la mañana y la tarde, y estar muy atentos durante los lanzamientos nocturnos.

“Un mayor resguardo ayudaría a generar confianza para que los públicos regresen a los espacios culturales”. Sostiene que continuarán.

• María Paulina Briones / Casa Morada: Alianzas con lo público para habilitar plazas y parques

Tras el cierre de la sede de La Casa Morada, el espacio ha seguido funcionando de manera itinerante, realizando ferias libreras en la Mancomunidad de Muégano Teatro.

En julio, Casa Morada y otras librerías y editoriales independientes se sumaron a una propuesta de la Dirección de Cultura que les permite hacer ‘Kioscos de Libros’ en la Plaza Lúdica de la calle Panamá, los fines de semana.

Su directora, María Paulina Briones, se a la iniciativa indicando que “así nos reactivamos y también hacemos que circulen libros a precios módicos (...) sobre todo de escritores y escritoras ecuatorianos”. No obstante, agrega que si bien la actividad que une lo público y privado, permite habitar las plazas y parques, es vital que la difusión sea la adecuada. “La información es fundamental y debe acompañar un programa tan necesario como este”, afirma.