Dos vocales del Consejo de la Judicatura procesados por presunto tráfico de influencias. El juez que llevaba su caso Wálter Macías destituido con tres abstenciones y dos votos a favor. Uno de los votos corresponde a un vocal de la Judicatura investigado por la Fiscalía. Quejas de abogados y usuarios del sistema de justicia.

Son parte de los argumentos que han hecho concluir al exfiscal y abogado en libre ejercicio Pablo Encalada que “la administración de justicia pasa por una crisis institucional sin precedentes”.

Y el también catedrático universitario va más allá. Menciona luchas internas por el poder entre la Corte Nacional de Justicia (CNJ) presidida por Iván Saquicela y la Judicatura cuyo titular es Wilman Terán, nombre propuesto por la Corte para presidir el organismo.

Afirma que se pasó un año sin presidente titular del Consejo y una Corte con poco prestigio. Por eso para él, eso que pasa en la cabeza se traduce “en la falta de confianza en el sistema cuando en tantos casos de corrupción o crimen organizado se ha dejado en la impunidad con acciones mañosas o que en otras materias sea un martirio la citación, entre otros problemas administrativos”. (LEA TAMBIÉN: "La Corte Nacional exigió al Consejo de la Judicatura que respete el debido proceso")

Para el jurista guayaquileño Jorge Luis Sánchez, los ejemplos citados dan muestra de lo debilitada y decaída que está la justicia. “Coincidencias entre investigaciones, suspensiones y ahora destituciones entre miembros del órgano administrativo disciplinario, la Corte Nacional e inclusive la Fiscalía dejan mucho qué desear”, expresa.

Para él, todo apunta a que existe un cálculo político de actores que no son y no deben ser políticos como lo son los representantes y miembros de la Función Judicial.

Cree que “estamos en una guerra abierta” y recuerda también la recusación que presentó la Fiscalía en contra del juez Luis Rivera por el nuevo caso abierto en contra del exvicepresidente Jorge Glas por un contrato de la Reconstrucción de Manabí que fue denegada.

Sobre los conflictos y la crisis de institucionalidad que afronta la justicia, el presidente de la Corte, Iván Saquicela, se limitó a decir: “no hemos tratado en el pleno para pronunciarnos”.

Para la catedrática universitaria y experta en Derecho Penal Paulina Araujo, “sí, estamos asistiendo a una época bastante delicada porque hay dos vocales que están sometidos a un proceso penal, eso ya por lo menos genera desconfianza, aunque mantienen la presunción de inocencia, que sean las personas idóneas para ser autoridad de la Judicatura”, manifiesta. (TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: "Destitución de Macías complica la instalación de audiencias en la Corte Nacional")

Añade que, sabiendo que hay dos vocales que están en el lente penal el Consejo decidió arrancar con el concurso para la renovación de la Corte que recibió alrededor de 250 postulantes entre los que están actuales jueces de la Corte.

Araujo observa por ejemplo que el caso del juez Macías que fue resuelto un sábado previo a las elecciones y con cuestionamientos al quorum de la sesión. En el tema administrativo insiste en que no hay una buena atención del usuario “y al Consejo de la Judicatura eso le resbala”.

Para Encalada, en ese escenario quedan más dudas que certezas sobre la renovación de la Corte y el poco interés que genera entre abogados en libre ejercicio y académicos “que resulta en una Corte integrada casi en su totalidad por funcionarios de carrera. Lo que en principio no está mal, pero debería estar integrada por jueces de otro origen, y con reconocida trayectoria y experiencia. Eso hoy, no hay”, concluye.

El detalle

Independencia. La Corte dice que debe velar por la independencia judicial, como pilar que sostiene al Estado Constitucional. 

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!