
La criogenia se queda sin argumentos
Expertos aseguran que no hay evidencia científica ni siquiera con animales
Alguna vez, así sea una sola vez, habrá escuchado el mito ese de que el cuerpo de Walt Disney está congelado para despertarlo una vez que la ciencia avance y permita revivir a los muertos. Si bien es una leyenda urbana, la criogenia sí existe.
Se trata del proceso científico a través del cual se congelan objetos u organismos, utilizando comúnmente nitrógeno o helio líquido en su punto más bajo de temperatura, aproximadamente a -150 ºC. Al congelarse rápido y a temperatura extrema, se evita que se deterioren por la acción de virus, bacterias o el ambiente, pudiendo luego recuperarlos sin daños.
¿Es posible, entonces, congelar a un muerto con la esperanza de resucitarlo cuando se conozca la cura del cáncer o se pueda revertir el envejecimiento? Esta ha sido una de las preguntas centrales del primer congreso internacional de envejecimiento y criopreservación, que se celebró en Madrid desde el miércoles hasta el sábado.
El evento presentó a científicos, profetas y a un puñado de empresarios que cobran a sus clientes miles de dólares por preservar cadáveres usando esta técnica de la que no hay pruebas de que sea reversible.
Ni siquiera el responsable del congreso da crédito a este tipo de procedimientos. “No hay ninguna evidencia científica para que esto se pueda hacer”, reconoce Javier Cabo, organizador del encuentro. El médico reconoce que, por ahora, la criopreservación solo funciona con células, como óvulos, espermatozoides o embriones. Hacer algo similar con un cuerpo completo es un “mero rito funerario”.
Una de las voces más autorizadas y críticas del encuentro fue Juan Carlos Izpisúa, investigador del Instituto Salk de California, especialista en regeneración de tejidos. El científico resaltó varias veces que, en todos los casos, el estado de estas investigaciones es “preliminar”.
Sobre la criopreservación señala: “Estamos todavía empezando a saber cómo podemos congelar y preservar una célula, imagínate un órgano”. “He oído que existen personas que quieren preservar órganos o incluso un organismo que ya no funciona, que está muerto”. “Si usted congela un filete putrefacto, cuando lo vuelva a descongelar seguirá putrefacto, seguirá estando muerto. No se resucita”.
Otros expertos invitados al encuentro hablan y piensan a futuro. Aunque la criogenia se empiece a quedar sin argumentos, ellos sostienen que en el futuro todo será posible.