Una nueva alerta generó el volcán Cotopaxi la mañana de este domingo 25 de diciembre, tras emanar nuevamente una columna de 1.500 metros de vapor, gas y ceniza.

En esta ocasión, el alcance fue superior al registrado el sábado 24 de este mes. Los moradores de los cantones Mejía, Rumiñahui y Quito, donde los efectos del coloso se sienten más, recibieron con tranquilidad este evento natural.

Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, el nevado se encontraba despejado a las 05:50, lo que facilitaba divisar esta eventualidad. El material volcánico fue direccionado hacia el sureste por los vientos, conforme anunciaron los expertos en la materia.

Este es el cuarto evento en una semana. El pasado jueves hubo una leve caída de ceniza que afectó al poblado de Cutuglahua, sur de Quito, donde el olor a azufre era mayor que la misma capa de material volcánico que cubrió techos y vehículos.

El Cotopaxi, de 5.897 metros sobre el nivel del mar, es el segundo pico más alto de Ecuador y junto al Sangay y El Reventador (ambos en la región Amazónica) se encuentra actualmente entre los más activos del país.

Ante esta información, este Diario consultó con las autoridades de los Gobiernos Autónomos de los cantones afectados.

En Rumiñahui, uno de los lugares con mayores posibilidades de recibir lahares en caso de erupción, hay 10 puntos seguros y siete de alojamiento, principalmente para aquellas personas que viven en zonas identificadas como riesgosas.

Fausto Hidalgo, director de Riesgos de esta municipalidad, comentó que cuentan con un plan de emergencia, prevención y reacción a nivel general, perfectamente delineado.

En los poblados de este cantón se ha colocado señalética horizontal, a lo largo de 14 kilómetros. Esto con la finalidad de orientar a la gente para que pueda evacuar a uno de los 10 puntos seguros ya especificados.

La señalética vertical, altoparlantes y sirenas de alerta que se han colocado en zonas públicas y de alta concurrencia también están listos, para utilizarlos en caso de que se registre un incremento de actividad volcánica y la evacuación sea necesaria.

Hidalgo aclaró que todavía se está levantando información sobre el número de familias que requerirán ayuda inmediata por estar en lugares próximos a este volcán. Aún no hay una cifra específica, pero esperan obtenerla antes de que suceda algo más fuerte.

Y sobre el servicio de agua potable, también ratificó que están bien resguardadas las vertientes y zonas de abastecimiento del líquido vital.