Aún seguiría hasta marzo. El presidente Daniel Noboa decretó, el pasado 8 de enero, estado de excepción y toque de queda en todo el territorio nacional, por grave crisis de seguridad y conmoción interna. Una medida que tomó su administración para retomar el control de las cárceles, que se levantaron tras la fuga de Adolfo Macías, alias Fito.

Dos semanas después, el Gobierno modificó esta disposición con la semaforización, para que el toque de queda que regía en todo el territorio nacional de 05:00 a 23:00 se ejecute, en diferentes horarios, según la situación de seguridad de cada cantón.

Por ejemplo, en Guayaquil, considerada por las autoridades como una de las ciudades más  violentas del país, se mantuvo el horario de toque de queda. Distinto a lo que sucedió con los cantones como Guaranda, Santa Cruz y San Cristóbal, que fueron categorizado en nivel bajo y se levantó la restricción de movilidad. 

Según el decreto ejecutivo firmado por Noboa, el toque de queda estará vigente mientras transcurran los 60 días de estado de excepción, esto sería hasta el 7 de marzo. Sin embargo, podría extenderse por 30 días más, según lo permite la ley y ha planteado el primer mandatario. 

Con el estado de excepción no solo se restringió la libertad de tránsito en horas de la noche, también, se ordenó suspender el derecho a la libertad de reunión y el derecho a la inviolabilidad de domicilio y correspondencia.

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