Kulta Kucha (laguna de pato), lugar sagrado para los pueblos originarios y uno de los principales atractivos turísticos del cantón Colta, de la provincia de Chimborazo, por primera vez se iluminó con motivo de la Navidad en una verdadera fiesta intercultural. Pero a diferencia del resto de proyectos similares, todo lo que la adorna se hizo con material reciclado.

Botellas plásticas, tapas, cartones, discos compactos, papel, cubos de plástico, filtros de aceite de maquinarias agrícolas, de camiones, llantas, etc., fueron transformados en hermosos muñecos de nieve, árboles de Navidad, bastones de caramelo, osos y demás figuras típicas de la época que se promocionan globalmente por los medios de comunicación.

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Esta idea surgió desde hace dos meses, cuando la nueva dirección municipal inició su gestión. “Comenzamos a limpiar todas las quebradas, las comunidades y se pudo apreciar gran cantidad de desecho plástico, sobre todo que afecta al medio ambiente y produce contaminación, afectando la forma de vida y producción de nuestra gente”, dice Julio Guaminga, alcalde y proponente de la iniciativa.

Se emprendió con la campaña Colta limpio, a la que se unieron comunidades, escuelas, instituciones y todos los habitantes del cantón denominado ‘Cuna de la nacionalidad ecuatoriana’, así lo confirma Aníbal Yucailla, dirigente de la comunidad Llin Llin.

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“Damos gracias por esta actividad para las comunidades. El material está botado en las carreteras, quebradas, lagunas, este último tiempo nosotros mismos atentamos contra nuestra Pachamama, con esto colaboramos y damos otros usos”, asegura.

Fueron dos meses de trabajo para todos los coltenses. “Comenzaron a venir los ciudadanos, a dejarnos las botellas, las mecánicas, todos querían colaborar. Los estudiantes separaron las tapas por colores para hacer los diferentes adornos, fue una gran minga”, asegura Jenny Guillín, quien es parte de la organización.

Otros que también formaron parte fueron las hábiles manos de artesanos indígenas que dedican su vida a dar diferentes formas a la totora; colaboraron para transformar esta ancestral planta en diversos adornos navideños, así como un pesebre donde destacan las figuras de José, María y el Niño Dios.

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Es que la confección de artículos con totora son oficios tradicionales de las comunidades indígenas asentadas en las riberas de la Kulta Kucha y en la explanada de la iglesia de Balbanera, primera iglesia católica del Ecuador. Con su habilidad, la cabaña, bombillos y hasta una preciosa llama son parte de la Navidad Ecológica de Colta.

“Hemos colaborado con el Municipio confeccionando con nuestras manos la totora para el pesebre, es una buena cosa, es ecológico de respeto a la Pachamama y también a nuestras tradiciones”, indica Alejandro Guillín, vocero de los artesanos de la laguna. La iluminación estará encendida hasta el 6 de enero. “Invitamos a todos a ser parte de esta iniciativa, Colta está lleno de gente de emprendimientos”, refiere el alcalde

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