
Un cierre de via para pedir ayuda al Altisimo
Un recorrido de 8 km interrumpió el paso vial Santa Elena-La Libertad
El intenso sol no fue un obstáculo para cumplir la penitencia. Ayer, miles de peninsulares participaron de la procesión de Viernes Santo, periplo que une a las ciudades de La Libertad con Santa Elena en un recorrido de 8 kilómetros.
La vía que une a ambas poblaciones permaneció cerrada al tráfico vehicular durante la peregrinación, para evitar algún accidente con los fieles.
Los feligreses, entre cánticos y oraciones, caminaron por alrededor de cinco horas. Varios llevan por tramos del recorrido la pesada cruz que se utiliza para el cuadro vivo de la crucifixión de Jesús que se realiza al término de la procesión.
Freddy Lindao, de La Libertad, cargó el madero por alrededor de 300 metros, para pedir a Dios “que la cirugía a la que va a ser sometido mi hijo sea exitosa”. Luego le tocó el turno a Carmen Borbor, quien al llevar en sus hombros la cruz agradecía por la protección para toda su familia. JL