Militantes del partido Fuerza EC acompañaron en las calles al expresidente Abdalá Bucaram, quien solicitó ayer a la fiscal de Guayas, Patricia Morejón, que investigue el supuesto incumplimiento de una sentencia judicial por parte del superintendente de Co

Las calles vuelven a ser el escenario de reivindicacion

En el último mes, las calles del país fueron el escenario de tres movilizaciones a nivel nacional o en Quito, a la que hay que sumar otra convocada para este próximo sábado.

Fiebre de marchas. En el último mes, las calles del país fueron el escenario de tres movilizaciones a nivel nacional o en Quito, a la que hay que sumar otra convocada para este próximo sábado. Esto equivale a una marcha por semana, cifra que no se registraba desde noviembre del 2015 previo a la aprobación de las enmiendas constitucionales.

A diferencia del ambiente nacional hace dos años, las movilizaciones de ahora tienen motivaciones muy variadas: la protección de la familia y el combate a la ideología de género; exigir la renuncia del vicepresidente Jorge Glas y el apoyo a la consulta popular; los derechos de los animales; y una pugna entre prefecturas y juntas parroquiales.

Este escenario, a criterio del sociólogo Héctor Chiriboga, es la expresión de que la política regresa a espacios ciudadanos. “Desde hace mucho tiempo la política se hace no solo a través de los políticos, sino desde la calle... Vivimos en una época mediática y el que pone más gente en la calle es el que reclama más representatividad y mayores derechos. En ese sentido, la política es más democrática sin que eso signifique algo positivo. La democracia se está jugando por el número de gente que pones en la calle”.

Un referente de las movilizaciones en el país es el gremio laboral, específicamente el Frente Unitario de Trabajadores, al que pertenece la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores, de la cual Juan Vareles es su vicepresidente nacional. El dirigente cree que esta moda de movilizaciones responde, en parte, al cambio de gobierno. “Se han unido todos los factores que antes estuvieron reprimidos y hoy vemos como hasta las autoridades (los prefectos) marchan para expresar su opinión”.

No obstante, ¿esta fiebre de presiones sociales en las calles, no solo en forma de marchas sino también de plantones, puede llegar a restarle efectividad en el imaginario colectivo? “No”, responde Vareles. “No hay que tenerle miedo a la movilización ciudadana”.

Si bien el retorno de las personas a las calles es el lado positivo de todo esto, hay otro no tanto, según Chiriboga. Es la falta de reflexión que tienen como característica los grupos de masas que no cuentan con líderes pensantes y lúcidos que los guíen. “La masa que pones en la calle no necesariamente es de personas proderechos que les importa si el país firmó convenios que aseguran los derechos de tal o cual grupo”.

Las movilizaciones seguirán. Los animalistas preparan una para este sábado. Los trabajadores no descartan otra a favor de la consulta y en rechazo a la no inclusión de la abolición de todas las enmiendas constitucionales en una de las preguntas.