Hace doce años, Dora García Caballero anhelaba que lleguen los lunes. En ese entonces, tenía 37 años de edad y su mayor deseo estaba ligado a una máquina que le daba vida tres veces por semana a través de diálisis. Una donación de riñón le permitió dejar ese tratamiento y continuar con una vida normal. Hoy, más de 12.500 personas en el país sueñan con ese mismo anhelo, pero una deuda millonaria podría no solo truncar sus aspiraciones, sino también sus vidas.

Los 85 centros de diálisis que existen en el país rechazaron el ofrecimiento que les hicieron las exautoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) para saldar más de 200 millones de dólares, por 11 meses del tratamiento dialítico que ofrecen a miles de pacientes, y que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) buscaba financiar con bonos del Estado.

Cristina Freire, vocera de los centros de diálisis, explica que al aceptar los bonos como pago de la deuda, entrarían en una pérdida que se sumaría a la que ya han tenido como consecuencia del incumplimiento del pago por parte del MSP.

“Al convertir esos bonos en efectivo se pagaría una penalización que varía entre el 10 y    15 % (y su pago) demoraría semanas (...) Eso representa la pérdida de utilidades y afectaría el capital de ellos (centros de diálisis)”, argumenta Freire, al recordar que algunas de las deudas internas que tenía el Estado se pagaron justamente con esos papeles.

El analista económico Fidel Márquez ilustra que los bonos pueden ser comercializados en el mercado, pero hay que ver qué “castigo” están teniendo. Generalmente, su precio como tal tiene un descuento en la venta. “Si por ejemplo vale 100 (dólares) le van a pagar 70. ¿Por qué? Porque ese papel tiene que esperar dos años, tres años, cinco años, dependiendo de qué tipo de papel sea, para que se haga efectivo como tal. Entonces, si tú quieres tener liquidez, vas castigado”, explica Márquez.

Pero, añade el experto, el Estado también puede hacer una negociación que lo lleve a reconocer del todo esa deuda, pagarla con papel y llevar a cabo una reestructuración de lo que debe, con determinada tasa de interés que la va pagando cada cierto tiempo; pero la totalidad del capital la pagaría después de unos años.

Una situación que las dializadoras no soportan, por lo que están solicitando un acercamiento con las autoridades del actual Gobierno, con el objetivo de concretar un mejor plan de pago que no afecte a los miles de pacientes que a diario atienden en el país, en hemodiálisis y diálisis peritonial.

Según Dora García, quien representa a la Asociación de Pacientes Renales del Ecuador, aproximadamente cuatro mil pacientes renales han fallecido desde que se inició la pandemia de COVID-19, debido a la falta de asignación de recursos, escasez de insumos y de personal médico. Muchos de ellos, como consecuencia también del virus.

“En el momento que dejen de cancelar a los centros de diálisis, se corre el riesgo de no solo perder el tratamiento (...) Hay pacientes que no están recibiendo la diálisis peritonial que tienen que realizarse todos los días. Eso sí es preocupante”, señala García.

La dirigente dice que lamentablemente los pacientes no pueden costear el tratamiento por su cuenta. Cada diálisis cuesta entre 112 y 120 dólares y como mínimo debe realizarse tres veces a la semana.

Lo que más les molesta es que ni siquiera una sentencia de la Corte Constitucional (CC) movió a las anteriores autoridades de Salud o de Finanzas a cumplir con esos pagos.

En octubre de 2020, la CC dispuso en sentencia un plazo de quince días para que las entidades del Estado establezcan un plan programático para el cumplimiento de los pagos pendientes a los prestadores de servicios de diálisis. Además, que se adopte un mecanismo para el cumplimiento oportuno de pago a los establecimientos privados. Luego de cinco ministros, Camilo Salinas, extitular de Salud del gobierno de Lenín Moreno, tuvo un acercamiento con el gremio. Pero “del Ministerio de Salud nos dijeron que les quedaba corto el tiempo para cumplir la sentencia. Y en Finanzas nunca han dado la cara (...) Nos han dado largas y estamos en un limbo”, manifestó Freire. Un limbo en el que sigue en suspenso la vida de 12.500 personas.

EN DETALLE. A nivel de Guayas, aproximadamente 3.000 pacientes reciben diálisis en centros de atención en Guayaquil.

EL TRATAMIENTO

Hemodiálisis

Los pacientes que reciben hemodiálisis deben hacerlo en los centros de diálisis, en tres sesiones semanales,o entre 12 y 13 sesiones mensuales.

Peritonial

El paciente que recibe diálisis peritonial se la realiza unas 4 veces al día. Cada 4 o 6 horas, en su domicilio, con la asistencia de especialistas.