
Los baches atarean a los talleres mecanicos
Al menos el 60 % de los vehículos que ingresan a los talleres automotrices durante la temporada invernal lo hace por reparación del tren delantero, así como alineación y balanceo de las llantas.
Al menos el 60 % de los vehículos que ingresan a los talleres automotrices durante la temporada invernal lo hace por reparación del tren delantero, así como alineación y balanceo de las llantas.
Los huecos y baches que se forman en la calzada por las lluvias representan un peligro para los automotores y un gasto adicional para el propietario.
Un equipo de EXPRESO visitó varios establecimientos y observó un trajín mayor al usual. Uno de los locales es la importadora de llantas Andrés Borbor, donde tres de cada cinco vehículos llegan para un chequeo del tren delantero, que involucra partes como suspensión, terminales, puntas de eje y amortiguadores.
“Basta un fuerte golpe para que esta parte del automotor se deteriore”, indicó el mecánico Rodrigo Borja.
Independiente de ello, el artesano considera importante un chequeo del vehículo antes de que llegue el invierno. La revisión toma unos 15 minutos y promedia los 12 dólares.
“Muchas veces nos preocupamos por adquirir nuevos neumáticos, que podrían resultar afectados también en caso de que el tren delantero tenga algún defecto”, enfatizó Borja, quien calculó que allí la inversión promedia los mil dólares.
Jairo Reyes, encargado del taller Tecab, comentó que en época invernal, la presencia de clientes se incrementa en aproximadamente un 40 %.
El conductor Gregorio Bustamante llevó su automóvil luego de sufrir una fuerte caída en un hueco cuando circulaba cerca del puente El Velero.
Este Diario ha informado que, por efectos de las lluvias, los baches se han multiplicado en toda la ciudad, algunos con una profundidad de hasta 10 centímetros. Una situación que se agrava cuando las calles se inundan y el agua impide al conductor ver los huecos.
Elevar el carro por las lluvias
n Las principales ‘víctimas’ de las lluvias son los amortiguadores. Basta un fuerte golpe para generar inestabilidad.
Eso implica el cambio de la pieza. “Antes se reparaban, pero ahora son descartables”, indicó el mecánico David Alvarado.
El temor de quedarse botado en medio del agua, producto de las lluvias, motiva a ciertos conductores a elevar la suspensión. Esto consiste en colocar sobre los amortiguadores un caucho de neumáticos reciclados.
Guillermo Terán optó por el proceso para el vehículo que ofrece el servicio de transporte escolar. Así evita que su vehículo se ‘ahogue’ y soporte mayor carga.
El proceso, que no es una infracción, no se recomienda para vehículos inestables.