Con el crimen de los hermanos Jeremy y Jandry Delgado Rivera, ocurrido la madrugada de ayer, en el puerto pesquero de Santa Rosa, aumentaron a 88 las muertes violentas al estilo sicariato, en lo que va de este 2022, en la provincia de Santa Elena.

Peritos de la Policía indagan detalles del auto oscuro en donde se movilizaban los dos hombres que se bajaron de un vehículo para disparar en contra de los hermanos. En el lugar donde se produjo el ataque no hay cámaras de videovigilancia, por lo que se espera que testigos ayuden con las características del carro en que se movilizaban. “La versión que nos den las personas que habitan en el sitio nos va a ayudar mucho para dar con los antisociales. También estamos trabajando en otras estrategias para encontrarlos”, dijo el coronel Javier Proaño, encargado de las investigaciones del caso.

Jeremy y Jandry, de 21 y 24 años, respectivamente, llegaron a bordo de una moto a un restaurante ubicado en la vía principal del barrio Reales Tamarindos, a pocos metros de un Puesto de Auxilio Inmediato (PAI) de la Policía.

Las víctimas esperaban sentadas que le sirvieran arroz con menestra y carne que habían pedido, cuando al pie del comedor llegó un auto que frenó y desde el interior dispararon a los dos comensales.

Cada una de las víctimas recibió cuatro balazos. Jeremy y Jandry, quienes laboraban como tripulantes de lanchas para la pesca artesanal, terminaron debajo de las mesas y sillas del negocio, en medio de los gritos desesperados de la propietaria del local, que los atendía.

Los vecinos, al escuchar los tiros y el alarido de la mujer, salieron de sus casas y se encontraron con el suceso.

Los presentes aseguraron que el PAI casi siempre pasa cerrado y los policías llegan unas cuantas horas y luego abandonan el pequeño cuartel.

El doble crimen se suma al dolor que en mayo de 2021 golpeó a la familia Delgado Rivera, habitantes del sector Frank Vargas Pazzos, en Salinas. En esa fecha perdió la vida Marisol Rivera, madre de los hermanos, en un accidente de tránsito. La mujer viajaba en una moto que conducía su hijo Jandry.

Ante la creciente ola de violencia criminal que azota a la Península, se conoció que llegará un nuevo contingente policial y un grupo de élite, para trabajar en los procesos investigativos. No se informó la cantidad de refuerzos.

“Ya no se puede salir a comer tranquilos en la Península. Es una pena que se haya llegado a esto. Lamentablemente, el problema de la inseguridad se le salió de las manos a las autoridades”, se quejó Hugo Rodríguez, presidente de la Cámara de la Construcción de la provincia. El ente convocará esta semana a sus agremiados para emitir un pronunciamiento de reclamo.

La violencia criminal empezó a tomar fuerza en esta provincia en el 2021, en ese año se registraron 47 asesinatos al estilo sicariato. En lo que va del 2022 ya son 88 las personas que han muerto baleadas.