“La mafia lo buscó hasta encontrarlo”, murmuró el 23 de noviembre de 2023 un amigo de Pedro Villaprado Barcia, cuyo cuerpo sin vida fue descubierto la tarde del jueves en el barrio Los Girasoles, en la ciudad de Santa Elena. A la víctima, de 44 años, le propinaron diez disparos. 

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Pedro fue hermano de Jimmy Villaprado, asesinado la noche del 3 de abril de este año en La Libertad. Quienes lo conocían comentaron que después de la muerte de su hermano, Pedro desapareció de Santa Elena y solo se volvió a saber de él la tarde que lo encontraron sin vida.

“Se decía que había salido del país, no se lo veía por acá. Sin duda, le venían haciendo ‘cerebro’ (inteligencia), aprovecharon la oportunidad y ‘le dieron piso’ (lo mataron)”, comentó otro de los conocidos del occiso.

El hallazgo del cuerpo de Pedro Villaprado ocurrió en el interior de un pequeño inmueble de caña que tiene un enorme patio. Un pariente fue a buscarlo y se llevó tremenda sorpresa al verlo baleado cerca de una cama. Vecinos del sitio dijeron que aproximadamente a las 21:30 del miércoles se escucharon varias detonaciones de armas de fuego de manera continua. 

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El coronel Ricardo Armas, jefe del distrito policial de Santa Elena, manifestó que la seguridad del cerramiento fue forzada. “Al parecer la víctima ya estaba descansando en la casa. Esto fue aprovechado por varios sujetos que se metieron al lugar y le dispararon”, indicó el uniformado.

Con Pedro suman cinco los Villaprado, entre hermanos y primos, asesinados a bala en los últimos meses. Cuatro de estos en 2023 y uno el año anterior. “Parece que quieren terminar con toda esa familia”, manifestó un morador. Los Villaprado en Santa Elena son temidos. Por eso cuando se dio el primer crimen en esta familia, se sospechó que se desataría una terrible venganza, como la que está ocurriendo.

A esto se suman los numerosos secuestros extorsivos que ‘golpean’ a la comunidad. Una banda es la encargada de realizar los raptos y de pedir altas sumas de dinero para devolver a las personas retenidas.

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El primer hecho ocurrió en una población de la parroquia Manglaralto, al norte de Santa Elena. Allí, un taxista fue contratado por una pareja para que lo traslade supuestamente a la ciudad de Quevedo, en Los Ríos. Por el tiempo del viaje, la esposa lo acompañó.

En el camino, los pasajeros los sorprendieron con armas de fuego y se los llevaron con rumbo desconocido. 

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