Proponente. Guillermo Celi, de SUMA, trabajó intensamente para consensuar la propuesta de agenda legislativa mínima que propuso ayer en el Pleno.

La Asamblea no quiere agenda

La definición del día. Nadie pudo pasar de agache. Todos los legisladores fueron requeridos para pronunciarse sobre el juicio político a Carlos Ochoa.

Es oficial: ocho meses después de instalada en sus funciones, la Asamblea Nacional no tiene agenda. Ni legislativa ni fiscalizadora ni ninguna otra. Recién están preparando una propuesta, confirmó en la sesión de ayer el vicepresidente encargado de la presidencia, Carlos Bergmann. Eso explica las interminables jornadas dedicadas a condecorar artistas, a cantar las bondades de los patrimonios provinciales o locales, a celebrar efemérides vistosas y otros tipos de actividades por el orden a las que el plenario ha dedicado la mayor parte de su tiempo durante la legislatura de José Serrano. Explica también la parsimonia con la que los temas se demoran y se posponen, las sesiones se suspenden y los órdenes del día se acumulan con total indiferencia hacia el calendario. La Asamblea Nacional no tiene agenda y, lo que resulta aún más significativo, no la quiere tener. Al menos, ayer, votó en contra de tenerla.

La propuesta fue de Guillermo Celi (SUMA). Él había conversado con representantes de todas las bancadas y concertado una lista de prioridades y un plan para establecer una agenda: poner fechas y fijar plazos. Lo denomina “agenda legislativa mínima” y en la sesión de ayer propuso introducir un cambio del orden del día para debatirla.

Que Carlos Bergmann impidiera a Celi leer un párrafo de su propuesta en el tiempo destinado precisamente a exponerla, es ya parte del orden de esta sala: ni se nota. Que la propuesta fuera rechazada con la abstención de 38 morenistas (incluido el que la firmaba: Daniel Mendoza), eso sí que hizo ruido. Los 62 votos de apoyo que cosechó la propuesta no le alcanzaron para incluir el punto en el orden del día.

La lista de prioridades consensuada por Celi, y que rechazó el Pleno , llevaba la firma de legisladores de SUMA, CREO, PSC, ID, PK, morenismo y correísmo. “Una agenda mínima -dijo el proponente- con temas fundamentales”. Y los enumeró: reactivación productiva, creación de empleo, lucha contra la corrupción, garantía de los derechos de los niños...

Antes de votar, el presidente encargado se concedió lo que en esta sala se conoce como “punto de información”, que permite a cualquiera tomar la palabra en cualquier momento sin necesidad de tener un punto de orden. “Es mi obligación informarles -dijo con voz admonitoria- que desde la Presidencia de la Asamblea se está elaborando un proyecto de agenda legislativa”.

Más tarde, en las tradicionales declaraciones de pasillo, el morenista Bairon Valle reconocería que el punto de información del vicepresidente encargado había determinado su voto y el de los suyos. No sabían que la presidencia está elaborando un proyecto de agenda legislativa y resulta difícil entender cómo lo está haciendo sin el conocimiento de su propia bancada de legisladores. Otro miembro de su bancada, Ximena Peña, aseguró que la Asamblea sí tiene agenda. La Presidencia, se entiende, la está elaborando en vano.

El caso es que el Pleno no quiere, por el momento, ponerse fechas ni establecerse plazos. La rutina de los cambios del orden del día continuará. Como ayer: el Pleno no solo rechazó la propuesta de Celi para construir una agenda, sino la de Fernando Callejas para pedir explicaciones sobre la situación financiera del IESS. Fue aprobado por unanimidad; en cambio, el pedido de Mauricio Proaño para debatir sobre la necesidad de declarar el Paseo del Chagra como patrimonio cultural intangible de la nación. Quedó para otro día. La Asamblea se llenará de ponchos y caballos. Va a estar bonito.

La corrupción en debate

Con un llamado a no dejarse tentar por el “populismo penal”, a cargo de legisladores de todas las bancadas, arrancó ayer el primer debate de la Ley Orgánica de Lucha contra la Corrupción. Una ley que no buscará aumentar las penas. El texto fue elaborado por la Comisión de Justicia, que preside Marcela Aguiñaga, a partir de seis propuestas presentadas por otros tantos legisladores, incluido el presidente José Serrano.