
2031 El ano en que el pais ya no sera tan joven
Los expertos piden tomar medidas ya para garantizar los fondos que permitan la atención
¿Cómo imagina al mundo en 14 años? Podría recorrer varios países, pero no en un avión sino a través de un visor de realidad virtual. Es más, la información que hoy busca en su celular estaría más cerca: en sus lentes de contacto. Son algunos de los augurios de dos de los abanderados del mundo 2.0 (Bill Gates y Steve Jobs) para un año en el que no todas las predicciones resultan alentadoras. ¿Qué pasará en Ecuador?
Hay proyecciones a las que se debe prestar atención. ¿Qué edad tendrá usted para el 2031? Ese año, con mujeres que engendrarán menos hijos, el país comenzará a tener una población que envejece. Lo anticipa el INEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos): por cada 100 jóvenes (de 0 a 14 años), habrá 40 adultos mayores (ahora es la mitad). Para el 2050, ese número subirá a 74.
Una situación así hace prever que no se garantiza el reemplazo generacional para las actividades económicas, pero además que no se ven medidas concretas para atender a esta población, en un momento en que preocupa el futuro de los fondos de pensiones y de salud para los jubilados.
La doctora Susana Tito, presidenta de la Sociedad Ecuatoriana de Geriatría y Gerontología y especialista en Gerencia en servicios de salud para adultos mayores, dice que hay que tomar medidas ya.
Esta profesional, quien además es máster en docencia universitaria e investigación educativa, recuerda que la ley del adulto mayor está obsoleta (de 1992), por eso sugiere que el Estado ecuatoriano se adhiera a la Convención Interamericana de Derechos Humanos del Adulto Mayor, donde reconoce, entre otros, el derecho a la salud, a la vivienda, a la educación y al cuidado prolongado. “Al adherirse, se vuelve una norma mandatoria, no necesita con eso rectificar la ley”.
Recuerda que se trata de un problema sociosanitario, por lo que los ministerios de Inclusión Económica y Social y de Salud deberían tener un plan. Y qué decir del número de geriatras (especialistas en el cuidado del adulto mayor). El país cuenta este año con unos 60 cuando se necesitan 320.
El problema no es a futuro, se ve desde ya, asegura el doctor Aldo Guevara, geriatra y gerontólogo especializado en Italia. “No porque haya mil asilos en el país voy a tener un mejor envejecimiento, es al contrario. Necesitamos una estructura social que asista a la familia a mantener a su viejo en casa”.
Para eso, hay que trabajar en que los adultos de ahora tengan buena salud para que lleguen a la vejez de manera funcional. Es un tema que pasa también por varios factores.
María Gabriela Altamirano, geriatra, médica tratante del hospital Luis Vernaza y docente de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, dice que se deben crear políticas de gobierno para que la población envejezca con una situación aceptable que les permita mantenerse independiente. De lo contrario, se verá a gente que tendrá una tercera edad con enfermedades en la que haya poca gente capacitada para atenderlos.
La preocupación es mundial
La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó en mayo la información sobre el envejecimiento y se centra en un punto que le preocupa: la atención médica para los adultos mayores de aquí al 2050. Aquí algunos detalles:
- La proporción de la población mundial con más de 60 años pasará de 900 millones el 2015 a 2.000 millones en el 2050.
- No hay pruebas de que las personas de mayor edad gocen ahora de mejor salud que la que tuvieron sus padres.
- Las causas de discapacidad son principalmente el deterioro sensorial (principalmente en los países de ingresos bajos y medios bajos), el dolor de cuello y la espalda, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los trastornos depresivos, las caídas, la diabetes, la demencia y la artrosis.
- Según la OMS, los sistemas de salud de la mayoría de los países no están preparados para hacer frente a las necesidades de las personas de la tercera edad, que suelen padecer de enfermedades crónicas y de síndromes geriátricos.
- Se prevé que para el 2050 se habrá cuadriplicado el número de ancianos que necesiten ayuda para realizar sus actividades cotidianas.