Los moradores del barrio Dean Bajo, en el suroriente de Quito, sector Valle de los Chillos tienen permanente vigilancia, pero no de las autoridades policiales, sino de grupos delictivos que rondan el sector a cualquier hora del día para identificar las viviendas o locales comerciales que serán sus blancos días más adelante.

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Santiago Garzón, habitante de este populoso lugar, asegura que mediante las cámaras de seguridad, instaladas en su mini mercado captó el momento exacto cuando una mujer merodeaba el establecimiento y, además, realizó varias fotografías del local.

Tras este hecho, difundió la imagen de la sospechosa en el chat comunitario y fue ahí cuando conoció que la involucrada sería miembro de una banda de mujeres que figuran como ‘campaneras’ para cometer días más adelante los atracos.

“Le reclamé por las fotos y me dijo que solo estaba indicando a un familiar que le va a recoger, el sitio en el que se encuentra. Luego se fue caminando calle abajo y desapareció. Esto fue hace tres días. Reporté a la policía en el chat que tenemos, dijeron que ya avanzaban, pero hasta el día de hoy los espero”, agrega Garzón.

Esta teoría que manejan los vecinos es corroborada por Daniel Guanocunga, propietario de una ferretería que fue asaltada hace apenas cuatro días.

Según el hombre, la imagen de esta mujer y de otras más ya se difundió en el chat, pero no le prestó mayor atención.

“Es una banda de mujeres que hacen inteligencia a los locales que van a robar o a los conjuntos, pero justo no presté atención y el siguiente día de la alerta ingresaron a mi negocio y se llevaron 1.500 dólares en mercadería. La cámara de seguridad, la cadena del parqueadero y el candado de la puerta grande fueron destruidos”, relata el afectado.

Para los moradores de este barrio del Valle de los Chillos, colocar cámaras de seguridad, hacer rondas nocturnas cada semana ya no es suficiente ante el incremento de delitos de estas dos últimas semanas.

Santiago Garzón revela que el barrio tomó la decisión de tomar clases de defensa personal para tener capacidad de reacción ante eventos serios, donde incluso su vida pueda correr peligro. Esta actividad será coordinada para los próximos días con el apoyo de un experto en la materia, para evitar improvisaciones, aseveró.

Otra medida que adoptarán ante la ola de robos será colocar más de seis alarmas comunitarias, principalmente en los puntos claves. Para esto contarán con equipos de última tecnología, incluso “son mejores que los que pone el Municipio que por cierto acá jamás llegaron esos aparatos y tampoco estamos dispuestos a esperar la voluntad porque el nuevo alcalde ni siquiera se ha dado la vuelta por el sector. Tomamos la decisión de poner de nuestro dinero para cuidarnos entre todos nosotros”, añade.

EXPRESO se contactó con las autoridades municipales de la zonal Los Chillos para abordar esta problemática. Andrés Velasco, jefe de seguridad ciudadana, dijo que generan acciones en prevención y organización con los vecinos, para que la comunidad se apropie del espacio público.

“Según los lineamientos que nos dan, tenemos varias actividades en prevención de seguridad como asambleas con la participación de la policía, motivación para conformar comités de seguridad y tomar acciones en el territorio como mingas y recuperación del espacio público. Esto nos ayuda a unificar el apoyo de todas las instituciones involucradas en temas de seguridad”, concluyó el funcionario. 

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