Todas las vías son válidas para socializar las normas que deben cumplir los usuarios en el Metro de Quito. En las pantallas de los trenes, en las estaciones, en redes sociales... de todo se echa mano para dar a conocer la Cultura Metro.

Marcelo Calderón, de 65 años, conoce bien que, por ejemplo, no se debe ingerir alimentos dentro de las estaciones o en los trenes. También sabe que los asientos de color rojo son preferenciales. Además, que no hay que correr en los andenes y jamás debe pararse sobre la franja de seguridad amarilla cuando espera un tren.

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Si bien no utiliza a diario este medio de transporte subterráneo, ya está familiarizado con todo el sistema.

Aníbal Vaca, de 63 años, recuerda que está prohibido ingresar con mascotas que no estén en su respectivo kennel y que rayar o dañar alguna estación o tren conlleva una multa.

Según su criterio, las sanciones establecidas por infringir normas de convivencia son adecuadas. “Las personas que no cuidan este medio tienen que aprender y si hay que poner multas para que lo hagan, me parece bien”, dice.

El pasado 23 de enero, a pocos días de cumplirse dos meses del inicio de operaciones, el Concejo Metropolitano aprobó la ordenanza que contiene las normas de convivencia, obligaciones y prohibiciones para los usuarios, así como el régimen sancionador y los derechos para grupos y personas de atención prioritaria en el Metro de Quito.

En el documento se incluyen multas que van desde los 115 dólares (25% de un salario básico unificado, SBU), hasta los 460 dólares (100% del SBU).

Para Víctor Hugo Villacrés, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito, se trata de una ordenanza específica que tiene sus ventajas. Algunas tan simples como establecer los términos que se utilizan en el sistema como andenes, rieles, operadores, tren. “Son términos ferroviarios para que las personas se vayan familiarizando y que constan en la actual ordenanza”, señala.

Por otro lado, se establecen tres tipos de faltas: leves, graves y muy graves. En dos meses de operación, las que más se han registrado son las leves. Entre ellas, personas que irrespetan las filas, otras que obstaculizan el paso y embarque de pasajeros o que se apoyan en las puertas de los trenes.

Villacrés agrega que, si bien existe la ordenanza y por parte de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) ya se aplica sanciones, lo que se persigue es generar un proceso de convivencia pacífica en el Metro. Por ello es importante la socialización con los usuarios de las normas que rigen en el sistema.

En altoparlante, dentro de los trenes, se recuerda a los pasajeros las reglas como no obstaculizar las puertas de ingreso o que no se deben accionar las palancas de emergencia sin un motivo.

Los guías educativos también contribuyen en este proceso. Se ubican en las 15 estaciones y se los identifica porque llevan un chaleco gris. En total son 64 y se encargan de fomentar la Cultura Metro y vigilar el buen comportamiento de los usuarios en los andenes y las unidades.

En el caso de los infractores, pueden optar por trabajo comunitario y así desarrollar actividades pedagógicas o prácticas para fomentar el cuidado del Metro de la ciudad.

Villacrés adelantó que para marzo próximo está previsto el lanzamiento de una escuela Metro en línea, que consta de varios cursos que deben aprobar los infractores y posteriormente prestarán su trabajo como voluntarios en las estaciones.

“Ellos mismos serán los encargados de decirle a la gente qué es lo que no se debe hacer”, enfatiza el funcionario.

Y justamente ese es uno de los retos, que desde el Metro emerja una nueva cultura y que se replique en otros espacios.

Otro de los desafíos que tiene el sistema es masificar el uso de la Tarjeta Ciudad y avanzar hacia el pago digital. Según el último reporte de la institución, 448.367 usuarios han habilitado la cuenta respectiva.

Para que más personas accedan a esta tarjeta, ahora se la puede adquirir en cualquiera de las 15 estaciones, desde las 08:00 hasta las 20:00. Y si ya la tiene, en esos mismos espacios se realizan las recargas.

Villacrés recuerda que existen diversos métodos de pago digitales para evitar las filas en las estaciones. Una de ellas son aplicaciones que permiten descargar el código QR. La cédula también se puede vincular.

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