Una parte del dinero de los pasajes que se recaudó entre 2016 y 2020, del sistema de transporte municipal Trolebús y Ecovía, no consta en la contabilidad de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (EPMTP).

A través de un proceso de auditoría que realizó la Contraloría General del Estado en 2021, se detectó un faltante de 120.445,77 dólares en la recaudación de pasajes.

Tres fueron los principales hallazgos que se indican en el informe. El primero hace mención a que las máquinas recaudadoras generaron inconsistencias en los reportes diarios debido a que estaban obsoletas. “Hubo informes sin firmas de responsabilidad y no se adoptaron medidas para resguardar el proceso de recaudación”, señala el documento.

El segundo hace referencia al perjuicio de 7.256 dólares que se ocasionó en el período 2018 y 2020, pero no descontaron los valores faltantes a los recaudadores de cabina. En este punto, la Contraloría indica que no es posible identificar dónde se originó, a partir de los reportes de caja diarios que recibieron.

Y el tercero se encontró entre 2016 y 2020. En este período no se recaudaron 113.189,77 dólares debido a la falta de controles en los cuadres diarios y a diferencias injustificadas en las recaudaciones.

“Los valores registrados en el sistema contable y el informe de consolidación de depósitos presentaron diferencias en los valores diarios”.

Es así que, en 2018, en Trolebús y Ecovía se identifican faltantes de 16.044,04 y 68.608,45 dólares, respectivamente. En 2019 la situación se repite y los déficit llegan a 18.674,74 dólares en el primero, y en el segundo a 9.749,14 dólares.

La entidad de control concluyó que “los reportes entregados son mayores a los valores registrados en el sistema contable de acuerdo a los depósitos. Hay una diferencia injustificada”.

Pero un año después de detectar estas inconsistencias... ¿se identificó a los responsables? ¿Cómo se ha garantizado que esto no se repita? EXPRESO contactó a la Contraloría, que a través de un comunicado mencionó que “los hallazgos del informe aún están en estudio en el área de juzgamiento. El proceso de estudio de las responsabilidades, previo a su confirmación, debe cumplir ciertos plazos legales, por lo que la emisión de glosas y la recuperación de recursos pueden demorar un poco”.

Desde la Empresa de Pasajeros, Danilo Rodríguez, gerente encargado y funcionario de carrera desde 2001, dijo conocer sobre este inconveniente, pero no dio mayores detalles “porque sucedió en un período en el que no asumía el cargo actual”.

Pese a esto, reconoció que este año detectó anomalías similares, registrando saldos en contra nuevamente que, según él, no son tan elevados como los encontrados en años pasados.

“En los alimentadores tuvimos tres casos de reventa de tickets, es decir, se dio un boleto que ya fue pagado por otro pasajero. Se ha suspendido esas rutas y a esos controladores, y emitimos informes para que ya no colaboren con nosotros. También hubo dos casos en el área de recaudo. El valor no superó los 30 dólares de faltante”, finalizó Rodríguez.

Pese a las recomendaciones que dio la Contraloría, para “adoptar medidas electrónicas, mecánicas y/o tecnológicas apropiadas para resguardar las recaudaciones, con el fin de controlar y evitar inconsistencias”, la actual administración no ha tomado correctivos.

Paulina Izurieta, concejala de Quito, lo corroboró comentando que “la forma de contabilizar el dinero es caduca. Las monedas no se suman de una en una, sino que pesan cierta cantidad en una bolsa y al ojo calculan cuánto hay. Esto pone en evidencia a la mafia que opera dentro, desde hace años”, finalizó.