El ingreso de nuevos perfiles políticos para el Municipio de Quito tendrá que esperar, ya que el alcalde recién electo, Pabel Muñoz optó por figuras del pasado, unas que se desempeñaron en cargos públicos durante los mandatos del expresidente Rafael Correa (2007- 2017).

14 personajes fueron presentados este 10 de mayo, mediante una rueda de prensa organizada en el museo del Agua, en el centro de la urbe. Los cargos asignados fueron para 13 secretarías y uno para la Procuraduría General.

Entre las figuras más destacadas está Carina Vance, quien ejercerá desde la secretaría de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana.

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Desde el 2012 al 2015 fue ministra de Salud y para el 2023 intentó tener presencia pública a través de una concejalía a la que pretendió llegar pero fue bloqueada por el Tribunal Contencioso Electoral.

Para la secretaría de Seguridad Ciudadana y Gestión de Riesgos se asignó a una antigua ficha del correísmo, Carolina Andrade, quien trabajó como subsecretaria general de Inteligencia junto a Rommy Vallejo y Pablo Romero, vinculado este último con el secuestro de Fernando Balda, en 2020, quien fue sentenciado a nueve años de prisión por dicho delito.

María Isabel Salvador es otro perfil conocido de la Revolución Ciudadana, asignada para la secretaría de Educación del Cabildo. De 2009 a 2010 fue asesora del ministerio de Educación. Trabajó en temas de creación y seguimiento a las políticas públicas educativas nacionales, especialmente con enfoque en integración de las TIC.

El rostro de Alexandra Álava, quien ocupará la cartera municipal de Tecnología de Información y Comunicación también resulta conocido ya que fue ministra de Telecomunicaciones, en 2016.

La quinta mujer convocada por Muñoz es María Sol Ruilova. Ella se desempeñará al frente de la secretaría de Salud, tras su paso como viceministra de Atención Integral en Salud.

María Belén Proaño, exasesora del actual alcalde, mientras estuvo en la Asamblea, en 2017, hoy llega como secretaria de Inclusión Social.

Y la exdirectora de planificación de la Senescyt, Paulina Prócel, también tendrá su protagonismo desde la secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad; así como Valeria Coronel, quien fue asesora en el ministerio de Cultura, en 2014.

En el caso de los perfiles masculinos se destaca Diego Martínez quien fue exgerente del Banco Central, exministro de la Política Económica, desde 2015 y 2017. En la administración de Quito figura como el nuevo secretario de Planificación.

Cristian Cruz, exsuperintendente de Bancos también está en la nómina. En 2018 fue cesado de su cargo, por el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio (Cpccs) por incumplimiento de sus obligaciones y en la alcaldía de Muñoz ejercerá como Administrador General.

Andrés Segovia será el procurador metropolitano. Él, en 2009 fue prosecretario general de la Asamblea y en 2013 ocupó el cargo de secretario general del Consejo de la Judicatura.

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Para la secretaría de Hábitat y Vivienda se designó a Diego Martínez. Santiago Sandoval ocupará la Secretaría de Ambiente. Álex Pérez, quien fue viceministro de gestión del transporte de 2014 a 2017, se hará cargo de la secretaría de Movilidad y Santiago Aguilar, director de Radio la Calle se pondrá al frente de la Secretaría de Comunicación.

Tras finalizar la presentación de los nuevos funcionarios municipales, Pabel Muñoz dijo que “este equipo puede ser un gabinete nacional. Es lo que merece Quito. La ciudad no merece menos. La responsabilidad que tienen ustedes compañeros es de cara a los quiteños, para que Quito renazca”, acotó.

El burgomaestre llega al sillón municipal con el 25,18 % de aceptación de los capitalinos, cuyo respaldo se vio reflejado en las urnas, el pasado 5 de febrero.

Previo a su posesión que se realizará el 14 de mayo, presentó un balance del estado en que recibe a la capital, señalando como los peores indicadores a la inseguridad, desempleo, pobreza y la falta de expectativa que tiene la gente ante posibles mejoras. Sobre el presupuesto para hacer obras durante el 2023, dijo que disponen aproximadamente de $ 200 millones. “El cambio será posible evidenciar a partir del segundo y tercer año de gestión”, finalizó.