Dos semanas después de la alerta que emitieron moradores del norte de Quito sobre fuertes olores a sustancias químicas, el Municipio emitió un informe.

La información señala que luego de las inspecciones realizadas entre el 26 y 28 de marzo de 2024 en varios tramos del río Monjas, los resultados de laboratorio preliminares de los análisis de tomas de agua y suelo determinaron que no se encontraron contaminantes tóxicos.

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Sin embargo, durante las inspecciones en la primera semana de abril se identificó una fuente de descarga no autorizada realizada por un tanquero que está en proceso de investigación.

Ante este hecho, la Secretaría de Ambiente intervino en el área de influencia, entre el 3 al 8 de abril, y ejecutó un operativo de control y seguimiento a las actividades económicas y verificar que si cuentan o no con un permiso ambiental.

Las controles se hicieron en el sector de Pomasqui y Mastodontes, en Carcelén, norte de Quito. Como resultado se están notificando los hallazgos levantados a los operadores de los proyectos, a fin de que presenten los descargos conforme a la normativa vigente.

Cuando los moradores alertaron de los fuertes olores, desde el pasado 26 de marzo, el Cuerpo de Bomberos sobrevoló con un drone el río Monjas y realizó mediciones de gases para determinar sus niveles de toxicidad.

También se tomaron muestras de agua del río para realizar el análisis correspondiente.

Además, con ayuda del equipo de inspección televisiva ‘Robertx’, de la Empresa Metropolitana de Agua Potable, se monitoreó la red de alcantarillado del sector en referencia, con la finalidad de identificar alguna anomalía.

De su parte, la Secretaria de Salud mantuvo acercamientos con los afectados para brindar la asistencia correspondiente.

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