Los malestares por los cortes prolongados y sin explicación del servicio de agua potable en la parroquia rural de Guayllabamba, en el nororiente de Quito, persisten. 

Desde el pasado 30 de mayo de 2023 el desabastecimiento del líquido vital se profundizó, afectando principalmente a los propietarios de negocios como restaurantes, gimnasios, bares, quienes ante la situación han cerrado los establecimientos o suspendido temporalmente mientras se proveen de agua para limpiar los espacios ocupados. 

Paúl Tutillo es propietario de un centro de ejercicio físico. Lidiar con esta limitación es algo que ha generado muchas quejas en los deportistas que lo frecuentan ya que la posibilidad de lavarse las manos u ocupar las baterías sanitarias está negada. 

"Esto afecta en un 90 % a las actividades que llevamos a cabo. Las personas se molestan y nos piden soluciones. Algunos no pueden ocupar los baños y para el caso de quienes quieren lavarse las manos les damos paños húmedos. Yo intento recoger agua en botellones, cuando esta viene menos pensado, para limpiar los sanitarios cada cierto tiempo", contó. 

Óscar Fuentes, otro residente de la parroquia sostiene que durante el día no pueden realizar actividades normales en el hogar por la carestía del líquido, pero que ésta llega en la madrugada, a las 02:00, cuando todo mundo está durmiendo. 

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"Ahí nos toca estar pendientes para aprovechar y lavar la mayor cantidad de cosas que se puede y coger agua para el siguiente día. Es inaceptable que nos hagan esto. Nos cortan cuando quieren, no nos avisan, no nos dicen si esto seguirá así para tomar medidas", reclamó el hombre. 

EXPRESO conversó con Jorge Ríos, jefe operativo de las parroquias orientales de la Empresa Pública de Agua Potable (Epmaps) para conocer las causas de esta obre esta anomalía. 

El funcionario dijo que debido al verano que se registra, el caudal tiende a descender principalmente en los barrios altos y por ello se reporta intermitencia en el servicio, a más de que aclaró que el agua se consume en exceso por la estación del año, incluso en un 50 % más de lo habitual. 

"Hicimos mantenimientos, operación de válvula para garantizar el servicio. También se hizo interconexiones para repuestos de red. Estamos haciendo el monitoreo y trabajos de optimización", aseguró. 

Ante la posibilidad de que Guayllabamba se quede sin agua suficiente como sucede en las parroquias del sur de Quito, Jorge Ríos aclaró que "el caudal está garantizado y siempre se monitorea para que la gente tenga agua". 

Asimismo anunció que en los próximos días se restablecerá el agua potable en la parroquia sin ningún otro tipo de suspensión. 

Hasta la publicación de esta noticia, la Epmaps informó que el líquido ya retornó a este lugar, pero los moradores de los barrios San Luis, Santa Ana, San Rafael, La Sofia, Bellavista, Villacís, Cuatro esquinas, Nueva Esperanza, El Paraíso y San Lorenzo indicaron que todavía no contaban con el servicio. 

"Se está coordinando incrementar 20 litros por segundo más para enviar a Guayllabamba. Esto hará efecto en horas de la noche y madrugada. En este sector existe excesivo consumo lo que no permite recuperar los niveles de agua en los tanques. Es importante la colaboración ciudadana y evitar usar este líquido en las plantaciones o para el lavado de vehículos. Considerarlo solo para el consumo humano es la recomendación", acotó la Epmaps.

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