Tras una denuncia publicada por este medio de comunicación, el pasado 25 de abril, donde se indicaba que se estaba hundiendo la calle 10 de Agosto, principal arteria que atraviesa el barrio Chaquibamba, en la parroquia rural Guayllabamba, al nororiente de Quito, finalmente las autoridades del Gobierno Parroquial atendieron la emergencia.

Inicialmente se trató de un tramo de adoquín que empezó a ceder espacio, los bloques se desplazaron y la tierra se carcomió. Los vecinos colocaron señalética para impedir el paso de los vehículos que corrían el riesgo de caer en el boquete.

Con el paso de los días, otro enorme orificio empezaba a formarse. En esta ocasión era un camino semejante al que formaría un riachuelo.

El paso de los pesados y livianos automotores era restringido y muchos debían esquivar estos obstáculos para avanzar a sus domicilios.

Los ciudadanos mencionaron que esto se debe a una posible fuga de agua o a la falta de canalización correcta del agua de riego que pasa por la zona, ya que hace escasos meses se inauguró una calle recién pavimentada localizada a un costado de la calle 10 de Agosto, por la Prefectura de Pichincha.

Finalmente, hace tres días, trabajadores del Gobierno Autónomo Descentralizado de Guayllabamba llegaron al sitio para intervenir los daños.

Desde la mañana, removieron el adoquín que estaba fuera de sitio, revisaron el posible daño y rellenaron los boquetes con tierra. Se dejó en esas condiciones el espacio para verificar cualquier anomalía y luego se colocaron los adoquines en su lugar, para entregar la obra.