Tras más de dos décadas de espera, finalmente el pedido de arreglar la calle San Pedro de Taboada, localizada en el barrio Dean Bajo, sector Conocoto, en el suroriente de Quito, se hizo realidad.

Pero esta obra de repavimentación vial por la que tanto esperaban quedó a medio hacer. El carril izquierdo, en sentido este- oeste, no fue intervenido por el Municipio capitalino porque es jurisdicción del Municipio de Rumiñahui y se encuentra en mala condición hasta que las autoridades de este último decidan intervenir.

Los trabajos estaban planificados desde finales del año pasado y según informaron las autoridades zonales Los Chillos, de la anterior administración, como parte de este proyecto, también realizarían la remediación de la quebrada que pasa por el sector, la misma que estaba carcomiendo una parte de la vía, reduciendo de dos a un carril y medio.

En ese entonces se informó que se hizo el trabajo completo porque la quebrada se ubica en el lado de Quito, situación que no se replica con la calle.

Teresa Romero, residente de uno de los conjuntos habitacionales de la zona, no se explica cómo las autoridades no pueden ponerse de acuerdo para entregar una misma obra a los habitantes de esta zona.

“Creo que es la primera vez que existe un problema de este tipo. Si no fuese por el asfaltado que hicieron jamás habríamos sabido que el otro lado pertenece a Rumiñahui. De todas maneras, esto es falta de coordinación de quienes están al frente. Al final, los que pagamos las consecuencias somos los que vivimos aquí, porque esta situación ya nos ha traído problemas serios”, añade.

Desde la calle Marquesa de Solanda hasta la Chillo Jijón se hizo una reparación vial conjunta; es decir, unos 100 metros, aproximadamente, se repavimentó. En adelante, la vía quedó desigual de un extremo.

Otra moradora del sector, quien prefirió no dar su nombre, manifiesta que esta condición ya empieza a generar malestares y a poner en riesgo a la gente.

“Los carros que vienen por el carril que está dañado invaden la vía nueva y ahí se corre el riesgo de que en una intersección se genere un choque. Hace unas semanas ya hubo un atropello. Un carro que se metió por la vía contraria alcanzó a una persona que estaba cruzando. Por otro lado, por esta situación los carros ya no circulan como antes y se está quedando desolado todo, ayudando a que la inseguridad y los robos empiecen a hacerse presentes. Ya no se puede salir a caminar tranquilo o peor en el auto. Hay que tomar más precauciones que antes”, menciona.

EXPRESO se contactó con la administración municipal pasada de Rumiñahui para conocer las causas de este proceso inconcluso. La principal causa fue la falta de presupuesto para ejecutar la obra, aunque también se indicó que se debió a que no podían cerrar el paso por completo mientras intervenía la maquinaria del Municipio de Quito.

Mediante un boletín de prensa, la actual Alcaldía de este cantón situado en el valle de Quito dijo que el pasado 15 de mayo verificó la provisión del material para iniciar con el arreglo de la calle de manera inmediata, pero no hubo lo suficiente y solo se hizo 200 metros.

A través de este documento oficial se dio a conocer que en dos meses, aproximadamente, podrán culminar con este trabajo bajo la modalidad de contrato.

“Del 16 al 20 de mayo se ha realizado la excavación y desalojo de material. Continuamos con el tendido, conformado, compactado de subbase. La intervención tiene un costo estimado de 32.000 dólares”, se lee en el comunicado.