“Las bandas de pueblo son, hoy en día, quizás la expresión más viva de la interculturalidad”, reflexiona Luis Aguilar, coordinador de la Casa de las Bandas. Sin embargo, mantener vivas a estas emblemáticas agrupaciones requiere tiempo, pues es vital formar a jóvenes miembros que reemplacen a los músicos más antiguos.

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“Es un reto”, reflexiona en una entrevista. “Los géneros urbanos también se han popularizado en la ruralidad, y es necesario poner en valor nuestra música para que los jóvenes se sigan sumando”.

Para ello, los eventos mensuales son cruciales, y este sábado se organizará uno especial, pues se trata de un tributo a tres bandas de pueblo centenarias de la capital: las bandas de San Antonio de Pichincha, del Gremio de Albañiles y la de Santa Ana de Nayón.

La primera de ellas fue fundada en 1938, y era conformada por familias del barrio El Calvario. Actualmente, esta cuenta con catorce integrantes de entre 15 a 80 años, y sus miembros proceden de numerosos barrios de ese cantón rural.

La Banda del Gremio de Albañiles fue fundada en 1921 y en 2021 recibió un reconocimiento de la Asamblea Nacional por su labor cultural.

La condecoración Vicente Rocafuerte también fue entregada a la banda de Santa Ana de Nayón, fundada en 1933 por niños y adolescentes de esa localidad del distrito.

Aguilar explicó que Quito tiene 220 bandas de pueblo, 25 de ellas centenarias, por lo cual la Casa de las Bandas realiza un trabajo de investigación continua para conservar la producción musical de estas y evitar que quede en el olvido.

El recital tributo se llevará a cabo este sábado 23 de septiembre en el Teatro Capitol a las 19:00. En el evento también participará la Compañía ecuatoriana de danza Nuestras Raíces y el grupo Rumba Habana. 

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