
Cierran centro de rehabilitación en Quito; había menores de edad y droga
La alerta surgió tras denuncias de vecinos a través del ECU 911
La madrugada del 11 de junio de 2025, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) cerró el centro clandestino “Aprendiendo a Vivir”, ubicado en el barrio La Roldós, en el norte de Quito.
Le invitamos a leer: Confusión nocturna en el metro de Quito: pasajeros olvidan apertura manual de puertas
Se trata del tercer establecimiento de este tipo que deja de operar en menos de un mes, en medio de una serie de intervenciones para desmantelar lugares que funcionan al margen de la ley y en condiciones inhumanas.
El operativo contó con la participación de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud (ACESS), la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen).
La alerta surgió tras denuncias de vecinos a través del ECU 911, quienes reportaron una presunta venta de sustancias ilícitas en el primer piso del inmueble. Además, según informó la AMC, se habría producido un cruce de balas por disputa de territorio.
Mientras tanto, en los pisos superiores, los inspectores hallaron a internos hacinados, con signos de maltrato físico y sin ventilación adecuada. Los baños, la cocina y el comedor presentaban condiciones de insalubridad alarmantes.
Entre los internos se encontraban tres menores de edad, quienes fueron puestos bajo resguardo de Dinapen para ser entregados a sus familias.
Multa por operar sin los permisos requeridos
Gustavo Chiriboga, supervisor de la AMC, señaló que el responsable del centro se enfrenta a una multa de hasta 3.760 dólares por operar sin los permisos requeridos. Además, en la Fiscalía, uno de los internos, ya colocó la denuncia de por maltratos físicos.
Las cifras reflejan una creciente presión sobre estos establecimientos. En 2024, la AMC inició 19 procesos de sanción y cerró 10 centros. En lo que va de 2025, ya suman 11 procesos abiertos y 10 clausuras efectivas.
A finales de mayo, en Nayón, también se clausuró un centro de rehabilitación clandestino, en donde se cometían graves violaciones a los derechos humanos.
En el lugar, los inspectores encontraron a 40 mujeres, incluyendo nueve menores de edad, que permanecían retenidas en condiciones inhumanas, muchas de ellas víctimas de abusos sexuales, físicos y psicológicos. Sus testimonios revelaron que les practicaban descargas eléctricas en una piscina, sumersiones forzadas en aguas residuales y prolongadas privaciones de alimento.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!