Reforma ética urgente

En el pénsum de las facultades de Medicina y entre las funciones de los colegios profesionales que los aglutinan, debe enfatizarse en el estudio de la Deontología

Resulta doloroso contar, a estas alturas del siglo XXI, con un Sistema Nacional de Salud que a más de no satisfacer las necesidades de quienes se ven obligados a utilizarlo, esté permeado por la corrupción. Por ser la ética médica uno de los bienes más preciados de quienes ejercen bajo el juramento hipocrático, resulta intolerable conocer de acuerdos para enviar pacientes que acuden a centros públicos, a clínicas privadas, y que en estas se los interne y someta a costosos exámenes aunque no los requieran. Es urgente, por tanto, en guarda del prestigio de los galenos ecuatorianos, que se destacaron por su noble actitud de entrega durante la pandemia de COVID-19, transparentar su ejercicio profesional. Y en casos extremos de ineficiencia o manejo irregular de las instituciones públicas, que pasen estas a ser gestionadas por el sector privado. Asimismo, quienes ejercen funciones directivas en los hospitales del IESS o en los del MSP, deben oponerse firmemente a la adquisición de medicamentos o insumos con sobreprecio o sin la calidad requerida. No puede tolerarse que se siga jugando con la vida de los compatriotas de menores ingresos. También debería orientarse a los nuevos hospitales hacia la especialización, para lograr excelencia en el área que se seleccione, en beneficio de los afiliados.