Mafias poderosas, ¿dueñas del país?
No puede ser que a lo largo del tiempo no pueda descubrirse la alianza político delincuencial que dirige el crimen organizado en el Ecuador
Mafia alude a crimen organizado. Vender medicamentos o insumos médicos, por ejemplo, es un crimen perpetrado desde hace años, tantos que ya hay sospechas respecto a quiénes son los miembros de la red que opera en esa intolerable actividad y quiénes sus cabezas dirigentes. Sin embargo, en las narices de la administración de Justicia, de Fiscalía, del Ejecutivo y su Ministerio de Salud, el crimen persiste y cuando se hacen grandes compras, aun en pandemia, se mantienen los sobreprecios y adjudicaciones irregulares obtenidas vía sobornos. Viejo es también el contrabando que alguna vez se denominó científico. En las aduanas hay ojos que no ven y se demora la compra de equipos para visualizar los contenidos mientras que la droga sale a otros puertos adherida a los cascos de los buques. Por suerte ya hay hombres ranas en la policía que han permitido evidenciar dicho método. Lo que no es posible identificar es a quién pertenecen los envíos, tal cual sucede con la droga que se captura en otro tipo de operativos.
¿Tendrá el país que acostumbrarse a que con plena impunidad se atraquen sus escasos recursos y solo cuando Estados Unidos detecta fondos sospechosos se conocen hechos y personas que entre nosotros ha sido imposible dilucidar? ¿Hasta cuándo?