Modesto Apolo: Siempre y cuando

Ecuador podrá iniciar un camino de lucha contra la inseguridad, recuperación del bienestar y progreso
La expresión “siempre y cuando” conlleva una condición que se debe cumplir necesaria y forzosamente para que se produzca lo que se expresa. Traigo a colación tal expresión, luego de escuchar las declaraciones de la excandidata del correísmo, Luisa González, quien tras reconocer el triunfo de Daniel Noboa manifestaba que el país requería unidad y que el correísmo está dispuesto a colaborar en todo aquello que consideren beneficioso para el pueblo ecuatoriano, a más de vigilar y exigir al presidente electo que cumpla al 100%, sus propuestas de campaña.
Tales declaraciones deben ser analizadas desde sus variadas aristas, teniendo presente que de manera soterrada, la premisa de las mismas es el término condicional “siempre y cuando”. La primera arista es que el apoyo al nuevo presidente por parte del correísmo se dará siempre y cuando sea afín a su proyecto político; la segunda, condiciona la colaboración al cumplimiento del 100%, dejando la puerta abierta a nivel de una oposición férrea si se repite la actitud de obstruccionismo que hemos vivido recientemente en lo político por parte de la Asamblea y/o sectores sociales sindicales e indígenas, que torpedearon la ejecución del plan de gobierno del Ejecutivo, haciendo imposible el cumplimiento del 100 % de su plan.
Igual situación se da ante las declaraciones de la Conaie, es decir, que el apoyo a la gestión del Ejecutivo se dará siempre y cuando no exista reforma laboral, no se toquen los subsidios; etc.
Este tipo de condicionamientos, el del correísmo y el de la Conaie, es exigirle al presidente Noboa que incumpla su plan de trabajo, desconociendo la realidad política y la voluntad popular, que al elegir un presidente eligió también su modelo de gestión y las políticas específicas en lo económico, social, etc.
La intención de retomar la estrategia del secuestro del Ejecutivo, llevada a cabo recientemente, durante la presidencia de Guillermo Lasso, es evidente.
Ecuador podrá iniciar un camino de lucha contra la inseguridad, recuperación del bienestar y progreso, siempre y cuando la unidad sea una realidad y no una farsa.