Francisco Rosales Ramos | El hartazgo de España

Cada vez se parece más a los gobiernos del socialismo del siglo XXI
Pedro Sánchez ha cumplido siete años en la presidencia del gobierno. Su primer período se inició en junio de 2018, luego de ganar una moción de censura al entonces presidente Rajoy, y aunque posteriormente no ha ganado ninguna elección, ha sido extremadamente astuto y con muy pocos escrúpulos para obtener el apoyo de pequeños grupos parlamentarios indispensables para su investidura.
El actual período de Sánchez se inició en julio de 2023 con el apoyo de seis organizaciones políticas que se han sumado a los votos del Partido Socialista Obrero Español, PSOE. Ahí están: Sumar, Juntos por Cataluña (independentistas catalanes), EH-BILDU (independentistas vascos), EAJ-PNV (nacionalistas vascos), BING (nacionalistas gallegos) y Coalición Canaria. El presidente del gobierno es rehén de sus socios.
El resultado: un gobierno paralizado por las presiones de sus aliados. Hace lo imposible por satisfacer todas sus demandas por absurdas o ilegales que sean.
Las notorias ‘habilidades políticas’ de Sánchez le han dado control sobre el Tribunal Constitucional, la Fiscalía general del Estado, el Banco de España y otros órganos públicos importantes. Cada vez se parece más a los gobiernos del socialismo del siglo XXI.
En las últimas semanas han arreciado los casos de corrupción que involucran a la propia esposa del presidente, a su hermano David Sánchez y a los dos últimos secretarios de organización del PSOE, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, al punto que desde el propio partido del presidente y de El País (diario que lo apoya abiertamente), le exigen medidas radicales para sanear el partido y el gobierno.
Por lo pronto Santos Cerdán y Ávalos han dejado sus curules.
Cuando Sánchez aparece en público le gritan que dimita y le llenan de improperios. Pero el apego al poder está por encima de toda otra consideración. Se ha negado a adelantar las elecciones previstas para 2027 y negocia el apoyo de los grupos aliados para concluir su mandato. Le costarán nuevas concesiones que dañarán a España.