Un muerto sin enterrar

¿Sobrevivirá una asamblea de esas características?

Parece que no hay apuro por sepultarlo, aunque todos sabemos el perjuicio que nos ocasiona el mantenerlo vivo. Este cadáver no podrá volver a ser presidente por que su hipotético triunfo se basa en torcer la justicia haciendo lo inimaginable: comprando voluntades, prostituyendo jueces y robándose lo que se pueda. Todos los delincuentes que están siendo juzgados y encarcelados en el país y en el exterior son o fueron cuadros distinguidos de su administración: Pólit, Celi, Glas, Nilsen Arias, la Duarte, Alexis Mera y cien más. ¿Acaso no se mató al Gral. Gabela por la plata de los helicópteros indios? Este ladrón no puede ni podrá ofrecerle al pueblo un gobierno idóneo y digno, y el pueblo lo sabe. Sabe que al muerto no le importa ganar la presidencia en la persona de una mujer insulsa. Sabe que su ambición es lograr la vuelta a Carondelet, pagando con billetes a una asamblea sumisa y torpe que lo declare honrado y diga que los juicios que lo sentenciaron son ilegales. ¿Sobrevivirá una asamblea de esas características? ¿O será otra borrada del mapa con Lasso como verdugo? Solo la millonaria propaganda que atosiga, dirigida por los Alvarado, mantiene con respiración asistida ese cadáver testarudo que tiene a su haber un ejército de testaferros intratables que siguen creyendo en los muertos vivos. No hay que tenerle miedo ni respeto al psicópata fugitivo que paga con nuestra plata sus delirios de grandeza, un pobre hombre que la gente irá olvidando mientras no se presente en Ecuador y encare como varón las fechorías que inventó y con las que perjudicó al pueblo en su loco afán de ser presidente toda la vida.

Carlos Mosquera B.