Cartas de lectores

¿Quién le pone el cascabel al gato?

Hay indolencia total en el uso de los recursos públicos.

Las nóminas de funcionarios y empleados de alcaldías y prefecturas del país han venido creciendo sin reparo alguno por la irresponsable y clientelar decisión de sus autoridades de turno, en perjuicio de la eficiencia institucional y del presupuesto que debería utilizarse para la ejecución de obras, necesarias y postergadas, para el desarrollo y bienestar de la comunidad; con el agravante de que la mayoría del personal no devenga honestamente su salario porque no tienen funciones o porque carecen de perfil profesional, ante la mirada cómplice y la falta de control interno. Hay indolencia total en el uso de los recursos públicos. A ningún candidato se le ha escuchado propuesta alguna respecto a la optimización del recurso humano institucional para incrementar la eficiencia. Eso es impopular, no suma votos.

Ante esta cruda y lacerante realidad, urge realizar la reestructuración integral de los organismos seccionales en cuanto a objetivos, funciones y competencias (para que no se dupliquen con las de diferentes carteras de Estado). Exigimos una planificación del desarrollo proyectada para algunas décadas, con objetivos y funciones coherentes con las actuales y futuras necesidades, que incorpore la gestión por procesos y la automatización de ciertos servicios que eviten la presencia de los usuarios formando filas inconcebibles en la era de la informática.

Leonardo Cueva Piedra