La desnutrición crónica infantil y sus secuelas

Igualmente los profesionales que se jactan de sus títulos y menosprecian a colegas, creyendo ser los poseedores de una verdad absoluta; todo esto cae dentro del campo de la desnutrición crónica infantil.

La desnutrición crónica infantil no se había tomado, hasta ahora, con la seriedad debida y tiene consecuencias muy serias en el desarrollo físico de las personas. Se manifiesta en la mayoría de los casos (lo más grave) con limitación de la capacidad cognitiva o de adquirir conocimientos, y con una atrofia tremenda de la capacidad de razonar. No es privativa de la clase indígena, ni de la falta de alimentos, también se presenta entre los que se alimentan con exceso de grasa o de azúcar.

Ecuador ha experimentado en las últimas décadas un deterioro de la capacidad cognitiva y de razonar. Lo vemos en la calidad de una gran cantidad de profesionales y en la mayoría de los casos, en la clase política, en la que predomina la mediocridad en su máxima expresión. Hay muy pocas excepciones. Sobresalen aquellos que se han esmerado en acumular en sus filas a dogmáticos y fanáticos: los menos propensos a razonar. Los dirigentes de esas agrupaciones se esmeran en reclutar personas incapaces de razonar, propensas a ser obedientes y simples seguidores gregarios; no quieren rivales en la dirección, ni gente pensante. Son agrupaciones sujetas a la voluntad de un líder, sumisos a sus dictámenes, “borregos”. Así la política no contribuye, destroza. Permitir que se desarrolle dentro de una persona egomanía o egocentrismo exagerado se da por no tiene la suficiente educación para frenar esas tendencias enfermizas. Igualmente los profesionales que se jactan de sus títulos y menosprecian a colegas, creyendo ser los poseedores de una verdad absoluta; todo esto cae dentro del campo de la desnutrición crónica infantil.

Ing. José M. Jalil Haas