Si no hacen o no dan, enseñen a no dañar

Si no hacen o no dan, enseñen a no dañar

Soy animalista de obra y corazón. Consciente estoy de que no puedo cambiar el mundo pero en lo posible hago mi mejor esfuerzo, con recurso propio y en mi tiempo libre, para mejorar la calidad de vida de mis gatiahijados. Cerca de mi hogar hay dos parques, uno principal y otro secundario. En el primero se realizan diversas actividades de deportes para adultos. Al segundo van los niños y entre las actividades de distracción crearon el juego de “gana quien acierta al orinar dentro del bebedero o comedero de los felinos”. Cada mañana y tarde cambio el agua a mis gatiahijados pero siempre encontraba residuos de orina en las tarrinas, lo cual malograba el agua y las pepas o croquetas de alimento, por lo que decidí hacer labor de inteligencia y descubrir la causa. A las 20h00 sorprendí a niños de mi cuadra jugando su tiro al blanco. Hablé del particular con sus madres y su respuesta fue: “son chistes de niños; a más el agua les queda, no le botan”. Respondí: “¿usted bebería agua con orina?”. “Yo no, que asco”, dijo. La Biblia en Proverbios 22:6 dice: “instruye al niño en el buen camino y cuando envejezca no se apartará”. Quien no considera a los animales, ancianos y pobres, tampoco considerara a los padres en momento de apremio, dado que todo es “chiste”. Si no hacen o no dan, enseñen a no dañar.

Ec. Marysol del Castillo