Crear conciencia en el alumnado es el mejor examen

El 19-nov-2021 fui a un mall donde están aplicando la tercera dosis de vacuna contra COVID-19 para adultos mayores, pero en la fila había padres de familia con hijos adolescentes para el mismo fin. Al verlos identifiqué una ecuatorianísima instantánea: la costumbre de dejar las cosas para hacerlas a última hora. Si el retorno progresivo a clases no se hubiera dispuesto a partir del 22 de noviembre de 2021, muchos jóvenes aún permanecerían sin vacunarse y no por no escasez de vacunas sino porque la indiferencia a seguir protocolos de salud hace que desde los hogares se incruste la desobediencia ciudadana, cual capa de piel. El riesgo de contagio no debe desestimarse, aunque las autoridades dispongan medidas de bioseguridad; si los alumnos no las practican y/o un alumno sin vacunarse se contagia, automáticamente encenderá la mecha. Seamos sensatos con aforo y demás, no habrá un profesor custodio para cada alumno. Hay que crear conciencia en el alumnado. La vacuna no exonera de contagio pero sí dificultad la hospitalización en UCI y la muerte. Ser padres de familia no se limita a cubrir necesidades básicas de los hijos, también se extiende a amigarlos a ser responsables en su actuar, no solo en pandemia, siempre. Cada vez que un individuo sale y no usa medidas de bioseguridad, al regresar a su hogar expone a toda su familia.