Cartas de lectores | Pese al desfinanciamiento del metro, se lo quiere extender
Este es uno de los casos donde lo sensato es rechazado y lo político es aplaudido
Gracias a la importante información que ha publicado EXPRESO en dos oportunidades, conocemos del persistente interés del alcalde de Quito para prolongar su recorrido, no solo hasta La Ofelia, sino hasta Calderón. Generosamente se trata de una inversión total de unos $ 800 millones, pues solo hasta La Ofelia ascendería a unos $ 500 millones y prolongarlo hasta Calderón $ 300 millones adicionales, montos que por el enorme desfinanciamiento que tiene, es imposible que sean absorbidos con sus propios recursos, por lo cual la carga financiera será, inevitablemente, trasladada al Gobierno central, ya que, según el criterio de algunos de los concejales “es suficiente con hacer el pedido y presionar políticamente”. Este es uno de los casos donde lo sensato es rechazado y lo político es aplaudido, olvidando la difícil situación presupuestaria en que se encuentra el Ejecutivo, por atender el enorme endeudamiento público, fruto del despilfarro de ciertos años. Pero, obviamente, es más importante inaugurar un nuevo proyecto en período de elecciones, sobre todo si es orden de algún dirigente del partido, aunque los estudios del propio Municipio lo consideren no rentable. Lo que se señala no es más que la condensación de la posición de Muñoz, que no acepta que la solución financiera del metro no radica en la extensión de su recorrido, sino en la integración de los sistemas de transporte de la ciudad, incorporando a un solo sistema el trolebús, la ecovía, los buses urbanos y el metro, ya que solamente así se podrá superar el actual déficit de operación que estaría alrededor de los $ 46 millones anuales. Basta pensar en la eventual variación de los costos de mantenimiento del sistema para entender que por su situación económica debe previamente negociarse los términos del contrato de mantenimiento, pues mientras en el año 2014 se estimaba en menos de $ 200.000 mensuales en total, hoy se calcularía en más de $ 2,2 millones, siendo lo correcto ajustar el costo por la inflación del período, según lo determine el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -INEC-.
Iván Escobar Cisneros