Cartas de lectores | Periodismo deportivo nacional
La tendencia cuasinatural de exagerar los hechos debería cambiar por la ponderación y objetividad
Narradores y comentaristas deportivos hacen gala de un estilo periodístico inadecuado al transmitir una confrontación futbolística, en particular cuando se enfrenta la selección nacional. Los hechos que evidenciamos a través de imágenes televisadas no coinciden en muchas ocasiones con las impresiones del narrador, además de la imprecisión temporal de las jugadas. Lo criticable no solo es la inexactitud de su narrativa, sino la forma de relatar lo que observan: adicionan una gran dosis de subjetividad y pasión desmedida, imprimiendo al cotejo deportivo el carácter de vital, prioritario e imprescindible en la vida cotidiana del espectador. Cuando el equipo, por razones estratégicas, técnicas o extra futbolísticas no llena las expectativas del periodista, sus férreas críticas se vuelcan sobre todos, incluyendo cuerpo técnico, jugadores y dirigentes. Los periodistas deportivos se transforman en implacables fiscales del fútbol. Pero de obtener un triunfo, aunque pingüe, sobre un equipo débil, como contra la selección de Jamaica, modifican su apreciación, omiten cualquier error, se vuelven lisonjeros, zalameros, permisivos y muy transigentes con su selección, otrora vapuleada. La tendencia cuasinatural de exagerar los hechos debería cambiar por la ponderación y objetividad en el relato, lo que contribuiría a la formación y educación del espectador. Cambios tan sencillos favorecerían la redirección de la mentalidad necesaria para el avance de nuestra sociedad hacia un mundo desarrollado.
Galo Durazno Alvarado