Cartas de lectores: Elecciones libres

La suspensión de servicios básicos también estará en la mira de quienes quieren mantener privilegios en empresas públicas

En los países de América Latina, donde la delincuencia organizada se ha infiltrado en la política y casi todas las instituciones públicas y privadas, las intimidaciones o entregas de estímulos para que los ciudadanos de zonas donde tiene mayor injerencia voten por candidaturas afines a sus propósitos delictivos, ha sido una práctica efectiva. Por la forma directa y violenta en que realizan estas acciones, no hay evidencias documentales que lo demuestren, pero los resultados de las elecciones demuestran que la injerencia en las votaciones es un riesgo que debe ser analizado seriamente por las autoridades electorales para mitigarlo con controles. Por ejemplo, mediante la prohibición del ingreso de celulares por parte de los electores. Es posible que las organizaciones delincuenciales promuevan el incremento de muertes violentas, atentados y otros delitos que generen pánico en el electorado para inducirlo a votar por quienes proponen soluciones demagógicas sin un plan creíble de acción. La suspensión de servicios básicos también estará en la mira de quienes quieren mantener privilegios en empresas públicas clave con el mismo propósito de crear confusión en el electorado; por eso es indispensable que autoridades competentes realicen trabajos de inteligencia y reacción oportuna para contrarrestar estos riesgos. Debemos decidir si queremos que la delincuencia organizada gobierne nuestro país o que exista la posibilidad de contar con un gobierno que promueva el desarrollo con libertad. Para ello se debe garantizar elecciones transparentes, sin injerencias.

Mario Andrade Trujillo