Abrazo esperanzado para el 2023
Salud, por el levantamiento de las sombras y que todos tengan la luz de libertad en sus hogares.
Gabriel García Márquez en su discurso de Premio Nobel, 1982: “mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: ‘Me niego a admitir el fin del hombre’. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”. Como el mal ha llevado al Estado a su territorio, por omisión y complicidad, no podemos eludir denunciar la paralegalidad que nos imponen, ni las incapacidades o cobardía de las iglesias, universidades u otras instituciones, aunque aparenten ser de derechos humanos, y que desmovilizan socialmente con los miedos. Desde nosotros mismos y las mínimas indignaciones, levantemos nuestra reserva moral para no hacernos sociedad dócil. Brindo con la humanidad de ustedes, porque no nos falten empujes y nos atrevamos a salir de esta cárcel sin rejas, donde nos quieren tener. Salud, por el levantamiento de las sombras y que todos tengan la luz de libertad en sus hogares.
Dr. Luis E. Plaza Vélez